Ponte los patines
Me alegra saber que existe El Día de Nunca Rendirse, aunque creo que se celebra a diario en cualquier persona que siendo perseverante, resiliente desista el vencerse. En ocasiones no es nada fácil, va a depender de la adversidad por la cual se esté atravesando: de manera que la existencia de un día recordatorio es motivacional, ya que no siempre la firmeza hace ruido y el valor no siempre se ve a primera vista.

Recuerdo cuando tenía 11 años, mi papá me había comprado unos patines para la época de cuatro ruedas no en línea, me daba miedo patinar, así estaban sin uso, pero por la calle donde vivía todos los de mi edad patinaban y les decía que si patinaba solo que no quería. Una mañana me levanté, me coloqué los dos patines, mi mamá sugería comenzará por uno primero, le dije con seguridad: hoy salgo a patinar. Inicié la práctica dentro de mi casa en el patio, me caí cerca de setenta veces siete, mi madre me preguntó: ¿hasta cuando piensas caerte?...le respondí hasta que salga patinando, desde ese momento en cada caída que tuve por diversos motivos fuese adolescente o adulta ella me respondía…!ponte los patines y sal a patinar! Aludiendo a la historia de mi niñez.

He intentado rendirme en especial en los últimos años cientos de oportunidades, inclusive lo he dicho ¡me rindo ¡…poco tiempo después cuando dreno, hago catarsis pienso que esa nunca es una opción y de nuevo a la carga, a ponerme los patines. A fuerza de soledad, dolor y valor siempre encuentro más vigor cada vez que me resisto a flaquear …Tengo un maestro de vida que siempre me recuerda..Mami, no se vale rendirse… o me refugio en la poesía que siempre salva:
Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos,
No te rindas por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque cada dia es un comienzo, (Mario Benedetti)
Saludos querida compañera, que bonito relato que hace meditar acerca de las veces que creemos no poder, que bonito que a su corta edad pudiera ponerse los patines y persistir y hoy en día es una enseñanza todas esas aquellas caídas. Es bonito que haya compartido esa historia de motivación deseo éxitos para su vida fue un gusto poder leerle y sentir ánimo, hasta pronto.
Gracias! Que amable comentario, saludos afecttuosos
Curated by: @anasuleidy
Muchas gracias
Hola compañera muy buenos días, qué bonito que es su edad pudiera colocarse los patines y persistir, y hoy en día es una enseñanza a todas esas aquellas caídas
Gracias por leerme y este motivador comentario
Mi querida aplausos.
Mi admiración hacia usted se basa en su fuerza de agarrar eso patines y buscar la manera de controlar cada bajada y cada subida que le ha brindado la vida.
Me gustó mucho leer su participación.
Saludos cordiales.
Muchas Bendiciones..🙏🏻
Igual para ti linda, saludos y bendiciones.
Hola @aplausos.
La persistencia nos ayuda a llegar a nuestros objetivos, nunca hay que rendirse ni decaer aunque muchas veces nos equivoquemos.
De tanto insistir, de tanto equivocarnos, de tanto reir o llorar logramos llegar a nuestros objetivos e incluso nos convertimos en maestros capaces de transmitir nuestros aprendizajes e inspirar a otros para que se pongan los patines y nunuca se rindan.
Que agradable que nos hayas regalado un poema del gran MArio Benedetti.
Un gran saludo, es un gusto leerte!.
Saludos honor que me haces con tu lectura y el amable comentario
Como seres humanos pueden ocurrir momentos en los que flaqueamos e incluso caemos y hasta sentimos rendirnos, la cuestión esta en no quedarse en ese estado demasiado tiempo sino, como bien has dicho, volver a levantarnos. Celebro que tienes un excelente maestro de vida que te anima a siempre continuar.
Gracias por participar en el concurso.
Gracias a ti por la lectura y el afectuoso comentario, saludos
Un gusto estar por aquí y leer su emotiva y aguerrida participación. Para quienes hemos tenido que ser resilientes, sabemos que el fango puede aparecer en cualquier momento, intentando hundirnos, ensuciarnos y golpearnos hasta que sintamos que no podemos más... pero dentro de nosotros crece esa llama poderosa del ¡No me rendiré, aún puedo con esto! Es algo indiscutiblemente poderoso.
Sí, lloraremos, gritaremos, necesitaremos desahogarnos, pero nunca permitiremos quedarnos atrás. A medida que avanzamos de nivel, adquirimos habilidades y confirmamos nuestra fuerza interior. La valentía que mostramos al enfrentarnos al día a día será admirada, y quienes nos observen preguntarán: ¿Cómo haces para seguir adelante? Y con una sonrisa podremos responder: ¡No ha sido fácil llegar hasta aquí, pero mis ganas de lograr mi objetivo han demostrado ser mucho más fuertes!
Salimos del fango, nos limpiamos el rostro y, con la ropa llena de lodo, corremos hacia la meta... y mirar atrás solo sirve para decir: ¡He llegado muy lejos, y mi carrera es sin retorno!
Le envío un fuerte abrazo reconfortante lleno de buena vibra y bendiciones, saludos 😊🙏🏻