La mayoría de las veces no soy de las personas que tienen planeado lo que van a hacer durante el día, a veces cuando me siento frente a la computadora no se bien qué voy a escribir, solo voy con un primer impulso, un deseo, como cuando quiero acercarme a alguien, a veces me retraigo si voltean demasiado para otros lados porque están ocupados con otras cosas, sé que no es el momento para acercarme.

El profesor de la bailoterapia es así, la mayoría de las veces cuando me acerco a saludarle suele estar concentrado en otras cosas incluso si esta solo parece que está ocupado de alguna manera, pensaba que yo era la única que tenía esa sensación hasta que me di cuenta que a otras personas les pasa lo mismo, van a acercarse, pero luego se detienen y dudan, y es porque él no es de las personas que levantan la mirada para verte.

Hay otras personas que no has terminado de llegar donde están y ya están con los brazos abiertos y la sonrisa plena, y por su puesto se siente muy diferente, sabes con certeza que se alegran al verte y entonces ni siquiera hace falta decir nada solo llegar y abrazar.

Algo así me sucede con la escritura… Si voy y me siento y me voltea la cara, si no me mira... Y había optado por dejar eso así, porque una de mis filosofías preferidas es la de Wu Wei, que se trata de dejar que las cosas fluyan, sin forzar nada.

No hacer nada es lo ideal para dejar que las cosas vuelvan a su lugar. Y en ese no hacer nada se supone que también se deberían dejar de lado las redes sociales, el internet y toda esa parafernalia frenética que compite cada una más que la otra por llamar tu atención, el cerebro se distrae y se agota, no queda mucho para algo nuevo o diferente, la consecuencia es un sentimiento de vacío que puede llegar al hastío.

El verdadero fluir no se me parece mucho a esto de estar constantemente entreteniéndose… Y no es que este mal, pero ya está comprobado que el cerebro se agota, y no de la manera positiva que lo hace cuando leemos, sino de la forma negativa en que lo hace un cerebro adicto.

Creo que los griegos tenían mucha razón cuando creían que el tiempo libre era muy importante para la creatividad, pero ellos se referían a un tiempo para el ocio, para no hacer nada más allá de observar y contemplar la naturaleza, por ejemplo…

Cuando veo a mi alrededor siento que la mayoría está “conectado”, ¿quizá a una “matrix”? Una especie de sistema que los mantiene durmiendo… Solo basta que haya un apagón o se interrumpa el servicio de Internet para que la gente empiece a recobrar la conciencia y empiece a levantar la cabeza y la mirada… Y para que uno mismo, si está metido en eso, empiece a aburrirse de verdad y entonces pueda empezar a encontrar lo nuevo y diferente.

Este sería un clima bueno para la escritura, con un cerebro fresco que te abra los brazos cuando te acercas en lugar de mirar a otro lado...

Muchas gracias por leer y comentar.

_{Las fotos son de mi autoría.}

@inspiracion