We are the Champions.

Ha terminado el mundial de clubes, el primer mundial de clubes organizado por la FIFA, ya que las anteriores competiciones intercontinentales, conocidas como "mundialitos de clubes", pasaron a llamarse copas intercontinentales o competencias intercontinentales; es decir, de manera oficial, el primer mundial de clubes como tal es el que acaba de culminar en los Estados Unidos de América.

¿Y adivinen qué? Si, hubo una gran sorpresa, el primer campeón del mundo a nivel de clubes no es el Real Madrid, no es el Paris Saint Germain, no es el Bayern de Munich, mucho menos el Barcelona... el primer campeón del mundo es el Chelsea Football Club, contra todo pronóstico.

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Sinceramente nadie se esperaba esto, ni siquiera yo (que soy hincha de este grandioso club desde hace 20 años). La verdad es que el Chelsea venía jugando mal, aunque es cierto que había mejorado mucho con Maresca en comparación a lo que se hacía con Pocchetino; sin embargo, se sufrió bastante para quedar en la cuarta posición de la Premier y clasificar a la próxima edición de la UEFA Champions League; es decir, a pesar de haber mejorado, e ir progresando en su nivel de juego, el Chelsea parecía aún bastante lejos de la élite. Pensar que se le podía ganar a un Paris Saint Germain, hoy por hoy el mejor equipo del mundo (seguido de cerca por el Liverpool), parecía una cosa de locos, incluso pensar en ganar defendiendo con garra y haciendo un gol en una acción aislada, como se hizo contra el Bayern en 2.012, parecía bastante complicado, ya que la defensa actual en nombres y experiencia ni se acerca a aquella defensa compuesta por John Terry, Ivanovich, Ashley Cole...

[Chelsea F.C]

Yo como hincha del club solo quería que demostraran que pueden competir al máximo nivel, así perdieran el partido, pero que vendieran cara su derrota e hicieran un grandioso partido.

Sin embargo, para sorpresa de todos, el club de Londres salió con todo al partido, a comerse al rival, a morder, con una intensidad tan alta que los jugadores del Paris estaban atónitos; y no sólo fue intensidad, la cual se mantuvo gran parte del partido; sino una concentración táctica excepcional y mantenida, un juego ida y vuelta en el cual todos colaboraban tanto en ataque como en defensa; en fin, un juego maravilloso, en el cual el club arropó por completo al PSG, y aparte de todo, Cole Palmer con una actuación estelar.

[Blue is the colour]

En resumen, un partido perfecto que quedará para la historia, ya que el Chelsea le ganó al PSG (y le ganó bien), siendo coronado y convirtiéndose en el campeón del mundo; lo que me hace sentir muy feliz y orgulloso, porque el Chelsea ha vuelto, y por la puerta grande. Y lo mejor de todo es que con esta actuación el Chelsea ha dejado claro que a la próxima edición de la Champions no irá de paseo.

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