Tremendas postales las que has compartido acá. La Gran Sabana es mi segundo hogar, y no puedo imaginar la vibra que puedes haber llegado a sentir estando allá en conexión con todo ese mágico ecosistema, si el simple hecho de tumbarte a ver el cielo ya es épico.

Muchas gracias @monoindustrias! Así es, no se puede describir lo que se siente :)