Los Monjes Trapenses y su historia de austeridad, silencio, y...Cerveza.

Hola amigos, les saludo con el afecto de siempre, en la oportunidad de ofrecerles un paseo por la historia de un monasterio que se formó en las profundidades de unas catacumbas cercanas a Roma. Los invitos a saber más de éstos hombres que han llevado una vida monástica, pero sin desligarse del mundo ordinario.
La orden de los monjes trapenses tuvo su origen en la antigua Roma , hace mas de 100 años.Es una orden católica romana, que se conoce oficialmente como orden de la trapa, o la orden Cisterciense Romana, o la "La santa orden del Císter", en latín Ordo Cisterciensis, perteneciente a la abadía del Cister, cuya fundación se le atribuye a Roberto de Molesmes a inicios del 1900, y que con el paso del tiempo ha sido objeto de reformas, a fin de hacerla menos rígida, pues en la antiguedad era una comunidad estrictamente austera, hasta con la palabra. Pero con el paso del tiempo han flexibilizado su doctrina adaptándose a la contemporaneidad, recibiendo entonces, el nombre de Novum Monasterius.
La palabra trapa es un sonido onomatopéyico, que hacían los monjes de la abadía en su proceso de iniciación, cuando les mandaban a recoger los cabos de vela cuando soplaba mucho viento, y el báculo o palo, sonaba "trap, trap , trap" cuando golpeaba con el fuerte viento de las montañas.

Esta orden surgió ante la necesidad de restaurar la Regla Benedictina que era una regla monástica impuesta por Benito de Nursia, escrita por él en el siglo VI, en la que describía cómo debía ser la vida de los monjes, bajo la orden de la perpetua observancia, combinando la oración con el trabajo y llevando una vida en completa austeridad, renunciando a los placeres del mundo.Dicha reforma surgió ante la necesidad de "recoger" a cierto grupo de monjes que estaban saliiéndose de la norma en la santa sede, entregándose a ciertos relajos del mundo exterior.
En 1971, se le ordenó a los discípulos abandonar la vida monástica, a causa de la revolución francesa y ubicarlos en un nuevo monasterio, para lo cual el Padre Don Agustín, solicitó establecerlos en Suiza e una pequeña Cartuja o pequeño convento, fundada en Francia en las inmediaciones del macizo francés.
Los monjes y las monjas trapenses llevan una vida discreta, de poco contacto interpersonal y suelen ser muy silenciosas, parcos en su trato, sólo se comunican para lo estrictamente necesario, pues como quiera que toda persona sea hombre o mujer que quiera llevar una vida espiritual enmarcada en el misticismo, se aleja del bullicio mundano y de la vida ostentosa, tras la búsqueda de la paz interior y el encuentro consigo mismo. Por lo que al momento de su consagración como monjes iniciados, hacen votos de silencio y votos de pobreza. Los votos de pobreza no significa que deban andar como pordioseros, mal alimentados y viviendo en pocilgas, todo lo contrario, el vivir, comer y vestir dignamente, ejemplifica la vida monástica a imagen y semejanza de dios. Los votos de pobreza se refieren a no acumular bienes materiales, sino donarlos para la caridad, en función de ayudar a los más desposeídos.
En Venezuela estado Mérida, se halla un monasterio de monjes trapenses Nuestra Señora de los Andes, ubicado en las proximidades e la población de Estanques en el kilómetro 12 de la vía que lleva hacia Canaguá, uno de los pueblos del sur del estado Mérida.El modus vivendi de los monjes no difiere del resto de los monasterios que existen en muchas partes del mundo.Llevan una vida discreta, dedicada al trabajo, al silencio y a la oración constante, su vida la dirige la sencillez y la discreción al abrigo de los alpes andinos, mas no quiere decir que no tengan vida social fuera del monasterio, pues se dedican al trabajo manual y al cultivo cosecha del café, cuentan además, un servicio de hospedería, que reciben a todo visitante que vaya en busca de tranquilidad y silencio. Los dividendos recaudados con la venta del café, la hospedería y los souvenirs realizados en los talleres de trabajos manuales por los acólitos, son reconvertidos en ropa, alimentos y calzados para beneficiar a la población más vulnerable de la región.


Los monjes trapenses incursionaron en el negocio de la cerveza morena como una forma de recaudar lo necesario para sostenerse en el monasterio y cubrir los gastos que generaba el mismo.Fue un proyecto a pequeña escala, pero lo que los monjes de la abadía de San Sixto de Westvleteren en Bélgica (donde comenzó todo), era que su cerveza alcanzaría fama mundial, al ser probada por los ciudadanos externos de la región, y en el año de 2005, fue declarada una de las 12 cerevezas mejores del mundo.
El sitio web de la cerveza RateBeer.com recibió muchas visitas y comentarios positivos sobre el sabor y la calidad de la cerveza, lo que incrementó la demanda de producción, para lo cual los monjes no estaban preparados, generando en ellos molestia, ansiedad y preocupación al no saber cómo hacer para dar respuesta a tanta demanda del producto, que hasta ahora era artesanal y de consumo destinado a una minoría.
Sin embargo atendiendo a las solicitudes de los clientes accedieron a elaborar un poco más de cerveza que lo habitual, pero aun sigue siendo un negocio a escala menor.Solo trabajan 10 monjes en la elaboración y embotellamiento de la cerveza incluyendo ahora la cerveza rubia con un 12% de alcohol, por un período de 70 días al año, pues no desean desviarse del camino monástico que han escogido.
Bien queridos amigos con esto le pongo fin a mi artículo, a la espera de sus comentarios bien intencionados.Hasta una próxima entrega