Receta: Guiso de acelgas
Cuando era niña, me gustaba salir al patio a recoger hojas de acelga. Aunque su sabor no me agradaba mucho, sí disfrutaba llevárselas a mi mamá, que me esperaba en la cocina, como si fueran un gran ramo de flores.
Ahora que soy yo quien cocina, aprendí a quererlas, tanto por su sabor y valor nutricional como por su versatilidad. Se pueden usar para hacer guisos, tortillas o fritos. Además, es muy fácil de cultivar (para quienes tienen la fortuna de poder hacerlo) y muy accesible para comprar.
En esta ocasión, decidí seguir una receta de guiso que encontré en internet. A continuación, les hago una paráfrasis:
Es importante tener en cuenta que la cantidad de ingredientes depende de cuántos comensales haya. En este caso, éramos dos.
Ingredientes:
• 2 papas medianas o 3 pequeñas.
• ½ cebolla (o una cebolla pequeña).
• 1 zanahoria.
• 1 pechuga de pollo deshuesada (también puede ser carne molida de vacuno o cerdo).
• Acelga al gusto (sean generosos, ya que al cocinarse reduce mucho su tamaño).
• Aproximadamente 200 ml de crema de leche.
• Queso parmesano rallado (o el queso que tengas).
Se comienza poniendo a cocer las papas. Yo las pongo con cáscara, así es más fácil pelarlas cuando están cocidas. Mientras tanto, se pica en cubos pequeños la cebolla y se ralla la zanahoria. En una olla, se ponen a sofreír ambas verduras. Yo prefiero usar mantequilla en vez de aceite, ya que aporta más sabor a las comidas, aunque esto es totalmente opcional.
Luego se incorpora el pollo picado en cubitos (o la carne que hayas decidido usar) y se deja cocinar, revolviendo de vez en cuando. Cuando el pollo esté casi listo, se agrega la acelga picada y se sazona al gusto. Es importante ir revolviendo para que las verduras y la carne no se peguen al fondo de la olla. Cuando la acelga haya reducido su tamaño, se agrega la crema. Luego de verificar el sabor, se retira del fuego.
Por otro lado, una vez cocidas las papas, se pelan y se cortan en rodajas. Luego se disponen en una fuente para horno, como si fuera la base de un quiche o tarta (puede ser en fuentes individuales, así lo preparo yo). Encima se pone la mezcla recién preparada y, finalmente, se espolvorea el queso y se lleva al horno a gratinar.
No se imaginan el sabor que tiene esta preparación. Además, es muy fácil de hacer y muy nutritiva.
Espero que les haya gustado mi primera receta. Como ven, no es algo muy elaborado, pero puede servir como idea para variar un poco.