80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial

Justo hoy 2 de septiembre, hace exactamente 80 años finalizó la Segunda Guerra Mundial, cuando Japón decidió firmar su rendición incondicional ante las fuerzas de ocupación estadounidenses en el suelo de ese país asiático. Esa guerra se estima que produjo la bicoca de 60 millones de muertos, nada más y nada menos. Para los japoneses la rendición fue un acto de suprema humillación, por lo cual muchos de ellos, especialmente los militares de los altos mandos, se suicidaron al estilo de los antiguos samurais, mediante el llamado harakiri, el cual consistía en clavarse lentamente una espada de doble filo en el mondongo.

Una parte del estamento militar japonés se negaba a que el imperio japonés se rindiera y abogaban por luchar hasta el último hombre; es decir, que era preferible morir peleando antes que rendirse ante el enemigo extranjero. Sin embargo, dentro de las élites intelectuales japonesas, había gente que veía el panorama bastante claro: La flota japonesa en su gran parte había sido destruida por el ejército norteamericano; el país estaba presentando una crisis económica severa a causa de la misma guerra (escasez de alimentos, combustible, etc.) y, recientemente, dos importantes ciudades habían sido arrasadas por la explosión de bombas atómicas. En fin, los sueños de los militaristas japoneses se vinieron abajo, pero, afortunadamente, dicha rendición dio por terminado el tan nefasto conflicto.

Pero, en realidad, ¿se acabaron las guerras? Para nada. Tal vez nunca volvieron a ocurrir guerras donde se involucraran tantas naciones, pero desde entonces hasta el presente, ahí siguen y quién sabe hasta cuando.

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