Dato curioso del día / El gallo cantor y su novia de blanco

Saludos cordiales, mis estimados parceros.

En el día de hoy se acercó al frente de mi casa una pareja de aves: un gallo con su gallina. Bueno, se trata de una escena de todos los días, mayormente desde las 7 hasta las 8 a.m. Sin embargo, hay veces en que estos animales suelen salir en horas poco usuales, como hoy, que vinieron a golpe de 1 p.m. Ellos viven cerca de mi casa, en un patio trasero, pero suelen echarse sus escapaditas hacia la calle, buscando que un día de estos los amigos de lo ajeno los conviertan en sancocho de gallina y gallo robados. Dicen que son más sabrosos cuando son robados, cosa que no me convence del todo, porque creo que la mejor comida que te comes es la que te ganas con tu sudor.

Lo que observo en las dos aves es que el gallo hace las veces de cuidador o guardaespaldas, porque poco lo veo buscando comida en el suelo. Lo que hace es estar alerta mirando hacia los alrededores, mientras que su señora esposa pica y pica por todas partes, porque estos animales son muy buenos consumiendo insectos, y eso es lo que más abunda en mi barrio, sobre todo hormigas.

Este machote emplumado es bastante diligente dando a conocer de su presencia, puesto que emite sus cantos a cada rato. Lo que tengo entendido es que cantan porque son territoriales y advierten a otros gallos como para que no se acerquen, y que por nada del mundo se atrevan a mirar a su amada esposa. Se asemejan mucho a los esposos humanos que padecen de celos enfermizos y no quieren que sus esposas ni siquiera se asomen por las ventanas.

Lo bueno del canto de los gallos es que nos desconectan un tanto de los ambientes meramente citadinos. Estas aves alegran los vecindarios, además de que son unas alarmas ancestrales por naturaleza, pues no pelan de comenzar a cantar a eso de las 4 a.m. en adelante.