¡Playa y paseo!

Ha sido intenso, agotador pero lindo e inolvidable... si, me refiero a esas maravillosas vacaciones que han quedado atrás recientemente.

Después de mucho trabajar, y finalmente dedicar el tiempo para desarrollar algo para STEEM (que tuvo menos aceptación de la que esperaba) finalmente vinieron unas merecidas vacaciones.

Como no podía ser de otra forma junto a mis mujeres amadas, y esta vez la aventura era llevar a las niñas a su primer día de playa.

Las niñas estuvieron muy emocionadas incluso desde el momento que se enteraron que iríamos a la playa (algunas semanas antes), la idea era pasar dos días en Puerto la Cruz (nombre de la ciudad más cercana con playas) ir al a playa y luego visitar algún centro comercial, pasear al aire libre y compartir tiempo de calidad juntos.

Siendo sincero también tenía algo de emoción ya que hace muchos años que no iba a la playa además de poder brindarles esa experiencia a las niñas.

Al llegar al hotel fue una sorpresa descubrir que nuestra reservación había sido ignorada, la de recepción no sabía nada sobre nosotros y entre ella y otra empleada comenzaron a debatir cosas, me preguntaron cuando hice la llamada y como notaba que cada vez se complicaban más (y para mí las cosas siempre son sencillas) solo les pregunté si había habitación disponible o no (para ir a buscar en otro lugar y no tener a mi familia ahí en espera porque estábamos agotados del viaje).

Para mi sorpresa una de las empleadas volteó y me dijo con voz alterada que esperase (hasta me sentí como otro empleado y no como el cliente jajaja..) pero siempre intento comprender a las personas así que como un niño recién regañado decidí esperar a ver en que concluía aquella acalorada discusión entre las dos empleadas.

Por suerte al final resultó que si habían habitaciones disponibles solo que debían limpiarlas cosa que no tardó más de 5 minutos y ya estábamos hospedados a escasos metros de la playa.

Pero más duraron aquellas empleadas discutiendo que nosotros arreglando todo y saliendo del hotel, las niñas luego que miraron la playa estaban desesperadas por ir así que partimos tan rápido como pudimos.

Mi teléfono se descargó pero puedo decirles que desde que llegamos entramos a la playa y pasamos todo el día bañándonos, solo salimos un momento a comer, reposar y seguir la jornada, ya cayendo la tarde nos retiramos.

Al llegar al hotel me di cuenta que iba a pagar el precio por no haber usado protector solar, toda la espalda me estaba ardiendo... y seguro aquello solo era el inicio, aún así no dejamos que eso arruinase los planes así que al caer la noche salimos a cenar afuera, caminar y pasar tiempo de calidad al aire libre.

En ese punto de verdad me costaba moverme, puedes notar mi cara y mi color de piel que dan testimonio de lo que digo, pero la energía de las niñas seguía intacta.

Caminamos un montón y finalmente encontramos un parque de diversiones, no es tan difícil deducir el siguiente movimiento...

Realmente fue agotador pero mágico, valió la pena cada sonrisa y estoy seguro que es una página feliz que se ha grabado en la memoria de todos como un muy grato recuerdo.

Luego de volver a casa pasé 3 días sin salir porque el sol me quemó tanto que mi piel se puso como si me hubiera caído agua caliente, con brotes de líquido y todo... sin embargo, no por eso dejó de ser genial.

Gracias por permitirme compartirlo contigo a través del tiempo que has dedicado a leerme.

Todas las imágenes de este artículo son de mi autoría