Ese día que todo salió al revés / o Inesperadamente bien

Antes de comenzar a contar mi historia, quiero invitarlos a participar en este concurso del hermano @adriancabrera, llamado Nuevo Concurso: Ese día que todo salió al revés / o Inesperadamente bien, en especial a los usuarios @paholags, @norat23 y @yamelis21. Que aparte de participar, seguro les servirá para plasmar alguna experiencia catártica que les venga a la memoria.

Así empiezo con mi historia:

Hace un par de meses me pasaron unas cosas que de verdad parecieron empezar mal...

... pues como algunos de ustedes saben, trabajo para el estado venezolano. Últimamente la estabilidad laboral, a pesar de estar en un periodo de inamovilidad, no ha estado muy buena que digamos, aparte de los sueldos que ya muchos saben.

Mi vieja oficina.

En la institución donde trabajo, recientemente se removieron dos juntas directivas en menos de seis meses. La primera dejo todo como estaba, es decir, lo que funcionaba seguía funcionando y lo que no tampoco, no hubo tensiones laborales en el sentido de que no hicieron nada fuera de lo que ya estábamos acostumbrados con la administración anterior, que en ocho años no hizo absolutamente nada.

Luego de seis meses, en una alocución presidencial hicieron el cambio de directiva, nadie se entero como o porque, así de repente, una tarde ya había que comenzar todo de nuevo. Sin embargo, a diferencia de los anteriores estos si llegaron preguntando por todo, donde estaba todo y que era lo que se había hecho. Como era de esperarse, consiguieron muchas irregularidades.

En mi cubículo de 2x1

Y así fui viendo como colegas conocidos y desconocidos fueron siendo "despedidos" de sus cargos, incluso un buen compañero con el que tengo una buena relación de amistad, lo vi salir y entregar el cargo por cumplir con unas instrucciones que le había dado uno de los directores que salió.

A mi mismo me hicieron varias inspecciones al galpón donde tenia mi oficina, me trasladaron a la sede principal y tuve que cambiar mi amplia oficina por un pequeño cubículo de un metro de ancho. Honestamente, me vi también saliendo con mi cajita de pertenencias por la escaleras. Incluso hasta tenia redactada mi entrega de cargo en la computadora, esperando a que me dijeran que entregara.

Sin embargo las cosas no salieron como pensé, quede ratificado en el cargo y la presión bajo. He hecho unas buenas relaciones amistosas con los nuevos gerentes y directores que han llegado, incluso mi nueva jefa esta satisfecha con el trabajo que he venido realizando, tanto que ya no revisa mi trabajo como maestra revisando tarea, sino que confía mas en mi criterio y juicio.

Perdiendo también se gana.

Digamos que me he vuelto muy popular, después de ser un completo desconocido en ese edificio. Hasta personas que no conozco saben quien soy, me saludan con mucho afecto como si me conocieran de siempre. Por supuesto, hay cosas que no me cuadran, pero no todo debe ser perfecto para que sea bueno.

Aunque aun sigo trabajando en el cubículo de un metro de ancho, pero tengo comodidades que no tenia en el galpón donde estaba, pero como dice mi madre "a veces perdiendo también se gana".