The diary game 17-10-2025 "Un dia para servir, aprender y agradecer."
Querido diario:
Selfie del dia.
Aún estamos en el mes rosa, y continúan las actividades planificadas para informar y crear conciencia sobre la prevención del cáncer de mama. Hoy estaba programada una charla con un mastólogo, un doctor muy joven que me sorprendió por su seguridad, su frescura y la claridad con la que explicó los mitos y verdades sobre esta enfermedad. Fue muy didáctico, y resaltó la importancia de la detección temprana y de la responsabilidad que cada persona tiene sobre su propia salud.
Sin embargo, sentí una gran tristeza al notar que solo asistieron doce personas, cuando el salón tenía capacidad para cincuenta. Me duele pensar que tantas personas no aprovechan estas oportunidades tan valiosas para aprender y proteger su vida. Es desalentador ver que la prevención y la educación en salud muchas veces no tienen prioridad.
Dr. Mastólogo.
Curiosamente, más tarde se entregó el beneficio de la bolsa, y ahí sí participó casi toda la población. Esta diferencia me hizo reflexionar: para recibir algo material, todos parecen presentes; pero cuando se trata de cuidar la vida y prevenir enfermedades, muchos prefieren no asistir. Incluso durante la jornada de despistaje de cáncer de mama, varias trabajadoras no se presentaron, a pesar de habérseles informado con anticipación mediante circular.
El día fue bastante agotador. No recibí mucha ayuda del personal bajo mi cargo, pero sí conté con el apoyo de algunas personas que reconocen mi esfuerzo y mi compromiso con el trabajo. Esa solidaridad me animó y me dio fuerzas para continuar, y me recordó que aunque el camino sea difícil, siempre hay quienes valoran lo que uno hace con dedicación.
Plaza Diego Ibarra. Caracas.
Entre tantas actividades, el día se fue volando. Al salir del trabajo pasé por la Plaza Diego Ibarra y me detuve a observarla. De noche se veía preciosa, iluminada y adornada con tonos rosados que reflejaban el espíritu del mes. Quise seguir hasta la Plaza Bolívar, pero ya era tarde, así que decidí dejar esa visita para otro día, con la certeza de que todavía habrá oportunidades para disfrutarla.
Al llegar a casa, agradecí a Dios por acompañarme en esta jornada intensa, por darme fortaleza y claridad, y por permitirme terminar el día con satisfacción y gratitud.
Es todo por hoy, querido diario. Mañana será un nuevo día lleno de oportunidades y aprendizajes.
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