El juego del diario: Un día laborable en la plantación y otras actividades agrícolas||18/09/2025||

Hola amigas

Ayer decidimos ir a la granja, ya que se acercaba el monzón y había que hacer la plantación y muchas otras tareas de cuidado.

Foto de portada de Canva

El canto de un gallo rompió la tranquilidad de la mañana. En la plantación, la gente había dormido poco. El aire se sentía denso y húmedo. Pronto llegaría la lluvia. Se les pegaba a la ropa. Este día, como muchos otros, sería largo y duro.





El trabajo comenzaba temprano. Las herramientas tocaban la tierra. Grandes campos de algodón se extendían a lo lejos. Cada nube esponjosa significaba trabajo duro. Lo arrancaban de su planta espinosa. Manos ásperas y sucias se movían rápido. Recogían el algodón.

Llenaban sacos pesados. Los sacos se volvían más pesados ​​a cada hora. El sol subía más alto. Su brillante luz hacía que la tierra se viera borrosa. El sudor les escocía en los ojos. Aun así, seguían trabajando. Tenían que hacerlo.

Las granjas pequeñas tenían un ritmo diferente. Pero el trabajo era igual de duro. El rostro de un granjero mostraba arrugas por el sol. Conducía un caballo y un arado. La tierra era dura. El arado hacía un ruido fuerte. Las vacas mugían en sus corrales.

Las cercas viejas parecían desgastadas. Estaban caídas y necesitaban arreglos. El granero estaba polvoriento. Dentro había herramientas y animales pequeños escondidos. Necesitaba limpieza.





Incluso las tareas más sencillas presentaban sus propias dificultades. Alimentar a los animales implicaba medir bien el grano. La paja olía a tierra. Cada animal recibía su parte. Ordeñar vacas era tranquilo. Era un trabajo que se practicaba. Les daba un breve descanso. Entonces comenzaba el calor intenso del día.





La tarde teñía el cielo de naranja y morado. El trabajo aún no había terminado. Empezaron a cenar. Pequeñas cantidades de comida debían durar. Les mantendría en pie. Limpiaron y guardaron las herramientas con cuidado. Esperarían a la mañana.

El cansancio los agobiaba. Les dolía el cuerpo. Aun así, en su profunda fatiga, sentían un poco de orgullo. Habían superado otro día. Obtenían alimento de la tierra. Vivían. El ciclo duro comenzaría de nuevo al amanecer.

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Creación de la publicación	@brah13

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