Vacaciones: QUE TRAVESÍA SALIR DE VENEZUELA VÍA TERRESTRE 😭🇻🇪➡️🇦🇷

¡Holisss, Steemians! Hoy les traigo un vlog que no es solo un cuento de viaje, sino una travesía completa. Porque sí, salí de vacaciones a Argentina, pero el camino para llegar fue toda una aventura que merece ser contada con calma, detalle y emoción. Así que siéntense cómodos, porque esto fue más que un viaje… fue una experiencia que me enseñó sobre paciencia, resistencia y lo bonito de cada paso.

_{Portada de mi autoría creada con PicsArt}

✈️ De Venezuela a Argentina, por tierra, por aire y por ganas jajajajaja. Mi destino final era Buenos Aires, Argentina, pero como muchos saben, salir de Venezuela no siempre es tan sencillo como comprar un boleto y hacer la maleta. Así que tuve que armar una ruta alternativa, vía terrestre hasta Brasil, para luego continuar por aire. Y aunque fue largo, fue increíble.

Todo comenzó en mi ciudad, con la emoción de saber que por fin me iba de vacaciones. Ya tenía mi ruta trazada: primero debía llegar a Santa Elena de Uairén, en el estado Bolívar, justo en la frontera con Brasil. Para eso tomé un autobús que duró casi un día completo. Fueron muchas horas de carretera, paisajes cambiantes, paradas técnicas y conversaciones con otros viajeros que también iban rumbo a Brasil. A pesar del cansancio, había algo bonito en ese primer tramo: la sensación de estar avanzando, de estar saliendo, de estar cumpliendo.

Al llegar a Santa Elena, crucé la frontera hacia Pacaraima, y desde allí tomé otro autobús hasta Boa Vista, ya en territorio brasileño. Este tramo fue más corto, pero igual de intenso. El cambio de idioma, la moneda, el ambiente… todo se sentía diferente. En Boa Vista descansé un poco, comí algo rico (porque sí, la comida brasileña es una delicia), y me preparé para el siguiente tramo: Boa Vista a Manaus.

Ese viaje fue largo. Muy largo. Más de 12h horas por carretera, con curvas, paradas, y ese paisaje verde que parece infinito. Pero también fue uno de los tramos más bonitos. Ver cómo cambia el entorno, cómo se siente la humedad, cómo el cielo se mezcla con los árboles… fue como estar dentro de un documental. Y aunque el cuerpo pedía descanso, el alma estaba feliz.

Finalmente llegué a Manaus, una ciudad vibrante, llena de historia, cultura y calor humano. Desde allí comenzó la parte aérea de mi viaje.

Tomé un vuelo desde Manaus a Río de Janeiro, y aunque fue corto, la emoción era gigante. Río me recibió con sol, samba y ese aire tropical que te hace sentir viva. No me quedé mucho tiempo, pero lo suficiente para sentir que estaba en otro mundo.

Desde Río, tomé el último vuelo hacia Buenos Aires, y cuando el avión aterrizó, sentí que todo había valido la pena. Después de tantos kilómetros, buses, terminales, vuelos y emociones, pisar suelo argentino fue como un premio. Me sentí feliz, agradecida, y con ganas de vivir cada momento al máximo.

🧳 Lo que aprendí en el camino...Este viaje no fue solo sobre llegar a un destino. Fue sobre todo lo que pasa en el trayecto. Sobre las personas que conoces, los paisajes que ves, los idiomas que escuchas, los sabores que pruebas. Fue sobre confiar en el proceso, incluso cuando estás cansada, incluso cuando no todo sale perfecto.

Aprendí que la paciencia es una herramienta poderosa, que el cuerpo aguanta más de lo que uno cree, y que la emoción de viajar supera cualquier incomodidad. También aprendí a soltar el control, a dejarme llevar, a disfrutar lo inesperado.

Gracias por leerme, por acompañarme en esta aventura, y por ser parte de este espacio donde compartimos lo que somos y lo que vivimos y aquí les dejo una foto del paisaje que me recibió en Buenos Aires.

Saludos y bendiciones para todos💗💗💗

Todas las imágenes de éste post son de mi autoría y de mi galería personal