23-July-2025 || @djanita Daily Routine || Snack-Time Escapes with a Side of Laughter
Hoy fue un día bastante rutinario: me levanté por la mañana, terminé las tareas del colegio, asistí a clases online un rato y luego ayudé a mi madre con las tareas de la casa. Hacía bastante calor por la tarde, así que descansé un rato. Al caer la noche, me apetecía comer algo picante. De repente, recordé que mi madre nos había dado dinero para gastos hacía unos días. Y entonces, ¿qué? Mi hermana y yo nos preparamos para una pequeña salida a comer comida rápida. Las dos escogimos nuestro restaurante favorito de la esquina, donde el broast y la hamburguesa son famosos. El ambiente era bastante tranquilo, soplaba una brisa fría y la gente parecía relajada. Pedimos un broast de pollo picante y una hamburguesa de ternera con queso; ambos estaban calientes y en su punto. Tomamos bebidas frías que nos resultaron muy refrescantes. Mientras disfrutábamos de cada bocado, charlábamos, compartimos nuestras cosas y nos divertimos. Esos momentos vienen en la vida cotidiana como un pequeño refrigerio. Al volver a casa, sentí que había encontrado un poco de felicidad: no solo la comida estaba deliciosa, sino que el tiempo que pasé con mi hermana no tenía precio.
El restaurante de comida rápida en el que paramos se llamaba Kababees Fried Chicken, muy famoso en nuestra zona por su crujiente y jugosa broast. El local estaba limpio y acogedor, y el personal también fue muy amable. Fuimos a la barra y pedimos: 2 burritos con papas fritas (450 rupias cada uno), dos hamburguesas Zinger (350 rupias cada una) y 2 paquetes de 8 broasts Zinger (600 rupias cada uno). La cuenta total fue de unas 2800 rupias (unos 60 STEEM), que repartimos a partes iguales entre nuestras monedas. El precio nos pareció bastante razonable, ya que la cantidad era buena y el sabor, increíble.
Las papas fritas con queso fundido y jalapeño, cremosas y un poco picantes, eran perfectas para un refrigerio nocturno. El pan de la hamburguesa Zinger era suave y la combinación de filete de pollo crujiente con mayonesa y lechuga en su interior era deliciosa. El pollo en la brosita estaba jugoso por dentro y crujiente por fuera, como si crujiera en cada bocado.
Nos sentamos y disfrutamos de la comida cómodamente. Había un poco de gente ajetreada, pero no había ningún alboroto. También nos tomamos selfies y creamos contenido de calidad que quizás compartamos en Instagram. Estas salidas informales no solo nos dan un respiro, sino que también son un buen momento para conectar con nuestras hermanas. Al volver a casa, ambas estábamos con el ánimo renovado y decidimos explorar algún nuevo sitio de comida la semana que viene.
![]() |
![]() |
![]() |
Solo me arrepentí de una cosa: quería tomar una foto de las papas fritas para Instagram, ¡pero mi hermana se abalanzó sobre el plato! En cuanto llegaron a la mesa, se lanzó directamente sin esperar a que le sacaran una foto, ¡como los animales! 😅. Me reí de su velocidad y olvidé tomarle una foto. El estado de las papas también era tan malo que, para cuando tomé la cámara, no eran dignas de Instagram. ¡Pero vamos, el sabor lo era todo y estaba increíble! Momentos tan espontáneos como estos se convierten en recuerdos.