Comienzo mi día fortaleciendo mi bienestar espiritual, lo que me lleva a mi devocional de oración, donde promuevo la paz y la concentración espiritual, y aprovecho cada momento para poner mi situación personal y familiar en manos de Dios.

Al finalizar mi sesión de oración, continúo con mi bienestar espiritual y llega el momento de mi devocional de lectura bíblica, donde leer la Palabra de Dios me brinda beneficios espirituales que van desde la renovación de la mente hasta la adquisición de conocimiento y consejos sabios para mejorar nuestra toma de decisiones en situaciones clave de la vida.

Ha llegado el momento de desconectar de lo espiritual para envolverme en el entorno natural, donde aprovecho la mañana para estar en contacto con la naturaleza del jardín y lo primero que hago es echar un vistazo a la planta de orégano, que con las recientes lluvias se ve muy vigorosa y lista para sacar sus hojas y ponerlas a secar, lo cual es fundamental para condimentar las comidas e incluso para hacer infusión de orégano que ayuda mucho a nuestra salud.

Continúo mi recorrido por el huerto, y esta vez fui a la zona donde se plantaron recientemente las plantas de yuca, y al menos ya se ven las hojas en los tallos. Esto significa que han crecido y hay que esperar seis meses para obtener la cosecha. Estos cultivos se sirven con carne asada y ensalada, además de otros platos especiales.

Mientras recorría el jardín, mi esposa preparaba el desayuno y un delicioso café, una forma muy nutritiva de empezar el día.

Me encontraba en la zona de plantas medicinales, y esta vez me tocaba cortar las ramas de poleo, ya que hoy estamos preparando una infusión de poleo, que ayuda mucho a fortalecer el sistema inmunológico. Hace poco tuve una recaída de gripe con fiebre, y esta planta fue muy valiosa en aquellos tiempos, junto con el malojillo, que me ayudó mucho a superar los síntomas gripales.

Así pasé la mayor parte de la mañana en mi entorno espiritual y natural. Por la tarde, mi familia y yo asistimos a la iglesia para un servicio de oración. Esto nos permitió orar mucho por nuestro país y por los migrantes venezolanos, incluyendo amigos y familiares que han regresado a Venezuela debido a la persecución desatada contra ellos en Estados Unidos.

Después del servicio en la iglesia, regresé a casa, tomé mi infusión de poleo y esperé mi turno para dormir tranquilamente.