Hello steemit 💜

Becoming A Child Again

Sometimes I think about how life would be if I could become a child again. Childhood was honestly a beautiful time for me. Looking back, I don’t have so many regrets, but if I was given the opportunity to live it again, I would definitely make some changes especially in my educational background. I was actually a studious and brilliant child. I always wanted to be among the best, and I worked hard for it. My parents didn’t have to remind me to study because I already knew what I wanted. But maybe, just maybe, I would have changed the type of school I attended. I would have loved to be in a more exposed school with broader opportunities and better learning environments. Not that I’m ungrateful, I’m still thankful for how far I’ve come, but we can’t lie to ourselves better exposure can make a huge difference.

As for toys, I can’t really say I had a favorite one. I didn’t grow up in a home filled with expensive dolls or fancy playthings. We used whatever we had around the house. Sometimes, we’d turn old bottles into baby dolls or wrap clothes to pretend we had babies to care for. I don’t have any of those things now, so no selfie to share. But in all honesty, we didn’t even care much about toys; we created fun out of almost anything. And truth be told, those were some of the happiest moments of my life.

When it comes to education, like I said earlier, I would have done things differently. I would have chosen a school that had more access to practical skills, more activities that helped you learn beyond textbooks, and maybe even more exposure to technology or extracurricular activities. But at the same time, I appreciate my parents' efforts. They gave me what they could, and I know many people had it worse. My childhood education wasn’t bad, but if I had the power to rewind time, I’d upgrade it, no doubt about that.

Now let’s talk about games ahh, the memories! My childhood was filled with all sorts of games, especially with my siblings. We didn’t need toys to have fun because we had our creativity. One of my absolute favorite games was cooking with sand. We would gather empty tins, leaves, and any random items we could find and set up our little kitchen outside. We would mix sand and water, pretend we were making soups, rice, and even snacks. Then we’d serve the “food” to our imaginary customers. Sometimes, we would switch to playing hide and seek, running around the compound until we were sweaty and tired. I also loved playing mother and daughter where we’d take turns acting as the mother, scolding the stubborn children, or playing the perfect little daughter. These games were the highlight of my childhood, and they hold a very special place in my heart till today.

When it comes to movies, I honestly didn’t have a favorite. Growing up, my household wasn’t one where you could sit and watch TV whenever you liked. The television was highly monitored, and most times we were told to focus on reading or chores. The little times we got to watch TV were occasional, so I didn’t really have the luxury of having a favorite movie like many other children did. And you know what? I don’t feel like I missed out too much. It actually pushed me to be more active with outdoor play and more connected to my siblings. Those memories can never be replaced.

If I could become a child again, I would definitely study hard like I did before, but this time I’d aim for bigger opportunities. I’d ask to be enrolled in a better school with more resources, participate more in extracurricular activities, and maybe learn a skill or two early in life. I’d still enjoy every bit of those outdoor games, cooking with sand, playing hide and seek, and imagining stories with my siblings. Childhood is a beautiful phase, and though we can’t go back to it, the memories always live with us.

Even now as an adult, sometimes I just wish I could have one more day to feel that innocent joy, to play under the sun without worrying about tomorrow, to laugh over silly games with my siblings, and to enjoy life in its simplest form. Growing up comes with responsibilities and challenges, but deep down, that little child in me is still alive cheering me on and reminding me of where I came from.

Inviting @yhudy @imohmitchel @fannyescobar

ESP

Hola Steemit

Volviendo a ser niña

A veces pienso en cómo sería la vida si pudiera volver a ser niña. Sinceramente, mi infancia fue una época hermosa para mí. Mirando hacia atrás, no me arrepiento tanto, pero si tuviera la oportunidad de vivirla de nuevo, definitivamente haría algunos cambios, especialmente en mi formación académica. De hecho, fui una niña estudiosa y brillante. Siempre quise ser una de las mejores y trabajé duro para conseguirlo. Mis padres no tuvieron que recordarme que estudiara porque ya sabía lo que quería. Pero tal vez, solo tal vez, habría cambiado el tipo de escuela a la que asistía. Me hubiera encantado estar en una escuela con más exposición, con más oportunidades y mejores entornos de aprendizaje. No es que sea desagradecida, sigo agradecida por lo lejos que he llegado, pero no podemos engañarnos: una mayor exposición puede marcar una gran diferencia.

En cuanto a los juguetes, la verdad es que no puedo decir que tuviera uno favorito. No crecí en un hogar lleno de muñecas caras ni juguetes extravagantes. Usábamos lo que teníamos por casa. A veces, convertíamos botellas viejas en muñecos o envolvíamos ropa para fingir que teníamos bebés que cuidar. Ahora no tengo nada de eso, así que no tengo ninguna selfi para compartir. Pero, siendo sincera, ni siquiera nos importaban mucho los juguetes; creábamos diversión con casi cualquier cosa. Y, a decir verdad, esos fueron algunos de los momentos más felices de mi vida.

En cuanto a la educación, como dije antes, habría hecho las cosas de otra manera. Habría elegido una escuela con más acceso a habilidades prácticas, más actividades que te ayudaran a aprender más allá de los libros de texto y quizás incluso más exposición a la tecnología o a actividades extracurriculares. Pero, al mismo tiempo, agradezco el esfuerzo de mis padres. Me dieron lo que pudieron, y sé que mucha gente lo pasó peor. Mi educación infantil no fue mala, pero si pudiera retroceder el tiempo, la mejoraría, sin duda.

Ahora hablemos de juegos: ¡ahh, los recuerdos! Mi infancia estuvo llena de juegos de todo tipo, especialmente con mis hermanos. No necesitábamos juguetes para divertirnos porque teníamos nuestra creatividad. Uno de mis juegos favoritos era cocinar con arena. Reuníamos latas vacías, hojas y cualquier objeto que encontráramos y armábamos nuestra pequeña cocina afuera. Mezclábamos arena y agua, jugábamos a hacer sopas, arroz e incluso bocadillos. Luego servíamos la "comida" a nuestros clientes imaginarios. A veces, jugábamos al escondite, corriendo por el recinto hasta sudar y cansarnos. También me encantaba jugar a madre e hija, donde nos turnábamos para ser la madre, regañar a los niños tercos o ser la hija perfecta. Estos juegos fueron lo mejor de mi infancia y ocupan un lugar muy especial en mi corazón hasta el día de hoy.

En cuanto a películas, la verdad es que no tenía una favorita. De pequeña, en mi casa no podíamos sentarnos a ver la televisión cuando quisiéramos. El televisor estaba muy vigilado, y la mayoría de las veces nos decían que nos concentráramos en leer o en las tareas del hogar. Los ratos que veíamos la tele eran ocasionales, así que no tenía el lujo de tener una película favorita como muchos otros niños. ¿Y saben qué? No siento que me perdiera mucho. De hecho, me impulsó a ser más activo jugando al aire libre y a conectar más con mis hermanos. Esos recuerdos son inolvidables.

Si pudiera volver a ser niño, sin duda estudiaría mucho como antes, pero esta vez buscaría oportunidades más grandes. Pediría que me matricularan en una escuela mejor con más recursos, participaría más en actividades extraescolares y tal vez aprendería alguna habilidad desde pequeño. Seguiría disfrutando de cada momento de esos juegos al aire libre, de cocinar con arena, de jugar al escondite y de imaginar historias con mis hermanos. La infancia es una etapa hermosa, y aunque no podamos volver a ella, los recuerdos siempre vivirán con nosotros.

Incluso ahora, de adulta, a veces solo desearía tener un día más para sentir esa alegría inocente, para jugar bajo el sol sin preocuparme por el mañana, para reírme con juegos tontos con mis hermanos y para disfrutar de la vida en su forma más simple. Crecer conlleva responsabilidades y desafíos, pero en el fondo, esa niña que llevo dentro sigue viva, animándome y recordándome de dónde vengo.

Invitando a @yhudy @imohmitchel @fannyescobar