Hola chicos…

Hoy no fue el hambre, sino un antojo puro lo que me hizo decidir pedir fideos.
Hacía mucho tiempo que no los comía, y pensé: ¿por qué no darme un gusto hoy?

Honestamente, en mi casa no han entrado fideos desde hace bastante tiempo.
Pero como dicen, cuando tienes antojo, la lógica desaparece... Así que le pedí a mi hermano que me comprara unos fideos.

Chicos, no van a creer mi reacción cuando los vi.
Era solo un paquete que costaba 30 rupias, y la cantidad era tan poca que ni siquiera llenaba un plato. Sé que estamos en tiempos de inflación, ¡pero no me esperaba eso!

Había pedido extra, y mis hermanas también. Pero solo al ver esos fideos sentí que había malgastado mi dinero.

En fin, respiré hondo y acepté la realidad.
Entonces fui y cociné los fideos.

Por supuesto, les añadí un poco de masala extra porque, sinceramente, el sobre que venía no era suficiente—especialmente para alguien como yo, que siempre se come el masala crudo primero jeje, es mi pequeño hábito 😄.

Y finalmente, los comí.

Aaaahhh, ¡qué sabor!

Simplemente amo los fideos, chicos. Después de tantos días, comerlos fue todo un placer. Y para ser honesta, cuando terminé, sentí que sí valieron la pena.

¡Yaaayyy!