Qué tal, amigos, cómo les va, confiando, como siempre, se encuentren bien. Por acá trabajando un poco duro para conseguir el pan de cada día; cuando toca, toca y no hay atajos...

Con relación a eso, se tiene que trabajar lo que sea. Como todos sabrán, pues he contado antes, la camioneta, que es mi principal modo de ingreso para la familia, está dañada así que me toca hacer otras actividades. Nunca le he tenido miedo a ningún tipo de trabajo y lo que tengo que hacer siempre lo he hecho.

En esta oportunidad me fui hacia una populosa ciudad de por aquí cerca donde un amigo mío me comentó que necesitaba ayuda para pintar unos tubos, pues tiene pensado hacer una construcción, así que sin pensarlo dos veces me dirigí junto al cuñado al lugar. Nos fuimos temprano, me llevé mi desayuno y mi almuerzo para estar preparado y, por supuesto, mucha agua. Nos fuimos en la moto…

Llegamos al lugar, esperamos un rato porque la persona que iba a estar en el lugar al parecer había tomado mucho licor la noche anterior y costó despertarlo, pero al final, un poco tarde, el nombre nos abrió la puerta y pudimos entonces empezar con la actividad. Mi cuñado me dijo exactamente lo que tenía que hacer; básicamente eran unos tubos nuevos que ya tenían tiempo allí llevando mucha agua, así que se están empezando a oxidar. Tomé un trapo y empecé a limpiar los unos por uno...

Había tubos de diferentes medidas: 10 por 10, 2 por 1, 1 por 1; en total eran casi 20 tubos aproximadamente. Empecé limpiando poco a poco; esto me llevó gran parte de la mañana, y lo malo de la situación es que allí no había ni un techito donde uno pudiera meterse para escapar del sol abrazador, pero bueno, ni modo, tocaba. Me llevé mi braga, que es la guerrera para todo trabajo; me cubrí del sol, mucho calor...

Después que los limpié, entonces preparé el fondo; este fondo es dos en uno porque es pintura en fondo blanco...

Empecé a echarle a los tubos poco a poco, moviendo de lugar; así me agarró gran parte de la tarde, pero afortunadamente unos nubarrones taparon el sol y así pude estar más relajado. Al final del día logré pintar todos los tubos; quedaron limpios y pintados, se logró el objetivo y, pues nada, en la tarde mi cuñado me fue a buscar en la moto y regresé a casa a eso de las 6 más o menos, porque queda bastante retirado. Quedó muy contento con el trabajo y a la espera de que salga algo más por allí, para poder realizarlo con el mayor de los empeños.

Contándoles, como siempre, un poco de mi día, amigos míos, confiando en que su proyecto tenga éxitos. Un abrazo para todos, hasta luego…