UN DÍA RODEADO DE COLORES: VIAJE DE EXPLORACIÓN EN MI TRABAJO

" Hacer lo que nos gusta hace que nos guste cada cosa que hacemos"; parece sin sentido pero en realidad tiene toda la lógica que podamos pensar. Es cierto que usualmente cuando hablamos de trabajar, no hablamos del mejor tiempo de calidad que podamos tener, pero en mi caso es diferente, y no; no les hablaré de tareas pesadas y rutinarias, es todo lo contrario.

Mi día comienza temprano, muy temprano 🥱, tanto que pueda observar las criaturas madrugadoras que contemplan la llegada de los primeros rayos de luz. Entre todas las funciones que desempeñan las organizaciones ambientales y ecologistas, se encuentra el monitoreo de zonas, especies y paisajes que van desde los más comunes hasta algunos que parecen haberse guardado en museos.
Algo que realmente disfruto es el estar aislado de la ciudad, de las calles y de todo el sonido y la presión que nos hace sentirnos anciosos y acelerados ; en este día no hay nada de computadores, llamadas y órdenes de algún jefe o supervisor puesto que emprendimos un recorrido de monitoreo e interpretación ambiental de una zona en donde abundan el paisajismo.

_{Fuente propia: Inicio del recorrido}

El viaje comienza en una zona rocosas, y no de pequeñas rocas sino con unos ejemplares de gran tamaño que adornan el inicio de unas imponentes montañas que desde luego, ¡visitaremos!, esas rocas han estado ahí desde el comienzo de los tiempos y se encuentran esparcidas como si por alguna gran mano humana hubiesen sido colocadas en un lugar preciso y descuidado a propósito; los habitantes del lugar y algunos investigadores tienen la teoría de que en la zona hubo en algún momento algún factor volcánico que dió lugar a la existencia de muchas grandes rocas que hasta hoy se mantienen, y claro que esa historia hizo mucho más emocionante seguir avanzando.

_{Fuente propia: grandes rocas adornando naturalmente el inicio}

Continuamos aprovechando la luz del sol y el cielo casi totalmente despejado que deja ver lo azul y profundo que puede ser a veces; hasta llegar a un valle en donde ya no hay rocas pero si un paisaje imponente de unas montañas cuyo tamaño no es nada comparado con lo real así que no se dejen de engañar por la fotografía. Caminar por las montañas áridas es un poco más fácil porque no están tan altas como las andinas y se tiene más oxígeno pero los amigos espinosos (cactus, tunas y arbustos) hacen que atravesar el valle sea una misión imposible y no fuimos la excepción, pero ¡Valió la pena!

_{Fuente propia: valle espinoso}

Descendiendo entramos a una zona sombreada en donde ya no estamos tan al descubierto debido a que las ramas de los árboles comienzan a cubrirnos del intenso sol del mediodía. En el trayecto nos hemos encontrado una naciente de agua (un lugar donde el agua subterránea, es decir; el agua que está debajo de la tierra, emerge), la tierra también tiene sus venas que aunque no están llenas de sangre si transportan agua. Además nos encontramos a un pequeño Gecko atrapado entre el destino y la pared (literalmente jaja), la verdad es fácil entender que cualquier persona al verlo se aterraría pero la verdad que no pueden hacer algo más allá de darnos un susto.

_{Fuente propia: Agua subterráneo emergiendo}

_{Fuente propia: nuestro amigo el Gecko}

Pero ya va; el arte no solo se encuentra en lo extraño de la piel y ojos del Gecko sino que además notamos que las paredes de los cañones o acantilados por donde íbamos se encontraban estampados naturalmente por un patrón singular de rocas ondeadas qué dejan su aspecto recto para formar olas rocosas que nos muestran un poco del arte que tenemos bajo nuestros pies; la tierra misma.

_{Fuente propia: el arte debajo de nuestros pies}

De un momento a otro ese paisaje despejado se convirtió en uno gris que nos avisaba la pronta llegada de la lluvia, que no es nada recomendable esperar en este lugar ya que descender por las montañas mojadas en combinación con un valle espinoso humedo no lo hacen para nada deseable, finalizamos nuestro recorrido tomando abundante agua y viendo por última vez las montañas y sus paisajes; esperando en una próxima oportunidad poder ver muchos más colores en el arte del natural de manos del lienzo del creador.

_{Fuente propia: la inmensidad de lo que no conocemos}

Y así fue un día más respirando aire puro, ejercitando el cuerpo y visitando y protegiendo a aquellos seres vivos que no tienen voz para quejarse de nuestros tratos, a esto llamo trabajo; a estos días llenos de colores.