La menopausia me despertó, no me detuvo

Si me hubieran dicho hace diez años que a los 58 estaría empezando una etapa tan intensa y reveladora como esta, no les habría creído.

Siempre pensé que la menopausia era “el final de algo”: adiós a la menstruación, adiós a la juventud, adiós a una parte de mi feminidad y listo.
Hoy puedo decir que no es el final de nada… es el comienzo de otra versión de mí misma.
Solo el que pasa por allí y tiene el deseo de entenderlo lo entenderá.

Hace unos meses dejé de menstruar y, aunque el cuerpo te avisa de mil formas, entre otros sintomas estan —sofocos, cambios de humor, noches de insomnio— pero lo que más me sorprendió no fue lo físico, sino todo lo que vino con esto: esa sensación de soltar etapas, de replantearme cómo quiero vivir los años que vienen y, sobre todo, de reconciliarme con mi propio cuerpo.

La menopausia no es un castigo ni una señal de que “ya pasó lo mejor”. Es un recordatorio de que seguimos vivas, que nuestro cuerpo cambia porque la vida sigue su curso.

Es solo una etapa de nuestra vida y sí, a veces hay días pesados, donde no duermes bien, donde el calor interno parece una broma cruel y donde te preguntas si volverás a sentirte “normal”. Pero de eso se trata: de crear un nuevo normal, uno que se sienta auténtico.

_{Imagen creada en canva}

La actitud que decidí tomar es esta: agradecer a mi cuerpo por todo lo que me ha dado, dejar de pelear con los cambios y aprender a escucharme más que nunca.

Empecé a cuidarme de otra forma, a priorizar mi descanso, a moverme más, a alimentar no solo mi cuerpo, sino también mi mente. Y sobre todo, a hablar del tema sin vergüenza.

Porque callar lo que sentimos solo nos hace sentir más solas, y la verdad es que somos muchas viviendo lo mismo.

Si estás pasando por esto, te digo algo: no te escondas, no te castigues, no creas que se acabó tu brillo. Es momento de reconectar contigo, de descubrir nuevas pasiones, de reírte incluso de los sofocos (sí, se puede), y de rodearte de personas que entiendan que esta etapa es tan natural como cualquier otra.

La menopausia no me detuvo. Me obligó a mirarme, a reinventarme y a darme cuenta de que la vida, a cualquier edad, sigue teniendo capítulos por escribir.
Y esta vez, yo soy la autora de mi historia.

_{Foto propia. Telef. Infinix positivo}

Soy @neyistar23