el camino de Steem- 22
Bueno, si tuviera que poner por escrito mi recién descubierta alegría por publicar mis obras de arte digitales en esa maravilla llamada Steemit, diría que es como descubrir una bulliciosa ciudad fronteriza donde las artes y la innovación bailan de la mano. Hay cierta magia en compartir mis humildes creaciones con otros creadores de todos los rincones del mundo, cada uno de ellos un compañero de viaje en este gran río digital, sabiendo que mi trabajo puede propagarse a través de las corrientes y llegar a los ojos y corazones de almas gemelas. Y lo bonito de todo esto es que no se trata solo de un lugar para presumir, sino de un mercado de ideas y talento, donde gano unas monedas Steem por mis esfuerzos, como si plantara semillas en tierra fértil y viera cómo brotan y se convierten en algo valioso.
Es una plataforma descentralizada, libre del control de los monopolios y de la intromisión de las grandes corporaciones, que ofrece a creadores como yo la libertad de expresarnos y ser recompensados de manera justa. Steemit se parece a ese viejo capitán de barco fluvial que navega por las aguas salvajes e impredecibles de Internet, pero evitando los rápidos que amenazan con ahogar al pequeño. Compartir mi arte aquí es como lanzar un sedal al vasto río digital, con la esperanza de captar la atención de alguien que realmente aprecie el arte, y al hacerlo, siento una afinidad con todos los demás artistas que se han atrevido a poner su alma en píxeles y pintura.
Es una comunidad, un grupo de exploradores animados, generosos y entusiastas: cada publicación es una historia, cada comentario es un gesto amistoso, cada voto positivo es un saludo. Me encanta la sensación de independencia que me brinda esta plataforma, la oportunidad de ganarme la vida haciendo lo que me gusta, sin la interferencia de intermediarios ni guardianes. Es como esa sensación de ser un joven con un sueño, lleno de esperanza y posibilidades, solo que ahora mi arte puede llegar al mundo y, tal vez, incluso generar un poco de dinero en el camino. Ese es el verdadero tesoro, te lo aseguro: ser parte de algo más grande que yo mismo, donde la creatividad y la libertad van de la mano, y cada publicación es un paso hacia la construcción de lo que podría ser el futuro de la expresión artística.