SLC-S24/W5 - Pensamientos y reflexiones
Pensamientos y reflexiones
Maritza y Julián se conocieron en la universidad, ella era una bella estudiante del noveno semestre de medicina y él un simpático muchacho al que solo le faltaba un año para graduarse de licenciado en matemáticas. Maritza no tenía problemas económicos, asistía a clases en su propio automóvil y jamás puso un pie en el comedor universitario. Julián, en cambio, carecía de bienes materiales y, debido a que en esos dos últimos semestres sus gastos se incrementaron, estaba pensado seriamente en abandonar los estudios. Fue durante esos días que se hicieron novios: A Maritza la cautivó la sencillez y el denodado esfuerzo de ese chico por obtener el título que anhelaba, a pesar de las enormes dificultades que enfrentaba.
Se prometieron, por supuesto amor eterno. Ella lo llevaba a comer a su casa cada vez que podía; sin que sus padres se enteraran, le daba dinero para que pagara la residencia; le regaló la ropa que usaría en sus pasantías y canceló todos los aranceles y demás costos de la graduación de su amado Julián. Una vez que recibió su licenciatura, Maritza le financió cuantos papeles y viajes hicieron falta para conseguir, al fin, un buen trabajo. Después que comenzó a devengar un excelente salario con una reconocida empresa norteamericana, Julián fue dejando, poco a poco, de comunicarse con Maritza hasta que la olvidó por completo. Hasta el día de hoy, ella jura que los hombres son seres que no tienen sentimientos.
Comparte una reflexión propia o cercana sobre alguna situación en la que veas a alguien aprovechándose de ti sin compasión para lograr sus metas personales.
Las metas que logramos en esta vida nos enorgullecen porque son conseguidas con nuestro propio esfuerzo, como producto de un trabajo que ejecutamos de buena manera, sin que realicemos nada ilegal ni nos aprovechemos de la buena voluntad de otras personas para salir adelante. No se trata de que rechacemos cualquier ayuda que nos puedan brindar los demás, sino de asumir nuestras responsabilidades con el fin de que los reconocimientos o beneficios que en el futuro se hagan realidad provengan, más que todo, de nuestras aptitudes físicas o intelectuales.
Ahora bien, si alguien pretende apoyarse íntegramente en mí para alcanzar sus objetivos, me daré cuenta en seguida y no se lo permitiré, ya que nunca he sido partícipe de asumir los roles o funciones que les correspondan a otras personas. Es muy diferente que me dedique a orientarlas o darles unas lecciones que les permitan desenvolverse mejor en sus tareas, pero me negaré siempre a hacerme cargo de lo que a los otros les corresponde.
Responda las dos preguntas dadas para este tema:
Sabemos que en la vida nos encontraremos todo el tiempo con situaciones tanto adversas como placenteras, por lo tanto, debemos estar preparados para movernos entre esos dos extremos, para aprender a celebrar los buenos momentos y para asumir con entereza las calamidades que se cruzan en nuestros senderos. Desde esa perspectiva, podemos asegurar que es aleccionador para nuestra existencia experimentar en la realidad circundante los múltiples tropiezos y el sinnúmero de satisfacciones que pueden aparecer constantemente, debido a que eso nos ayuda a moldear el carácter, a darnos cuenta de que la vida no es siempre un lecho de rosas, pero que tampoco es un escenario donde solo hallaremos sufrimientos.
Dice una conocida sentencia que nunca saborearemos bien el éxito si desconocemos el fracaso. Esto en cierto modo nos indica que la plena madurez se desarrolla experimentando los altibajos que nos ofrece la realidad; nadie puede pretender vivir en un perpetuo regocijo ni mucho menos sumergirse en una eterna amargura. Debemos actuar siempre intentando alcanzar el mayor bienestar posible, que los momentos felices sean más que los aciagos: pero teniendo todo el tiempo presente que estos últimos son inevitables.
Por lo general, las personas que quieren aprovecharse de nuestras buenas intenciones no buscan, por ejemplo, algunas indicaciones, una lección puntual que las encaminen hacia sus propósitos, pretenden al contrario que realicemos todas, o casi todas, las actividades que dependen de su responsabilidad. Se trata de individuos que no toman en cuenta los compromisos de los demás ni se detienen a considerar que el tiempo es un valioso recurso que cada quien utiliza de acuerdo cos sus expectativas, con los planes que proyecta hacia el futuro, por lo tanto, su egoísta inconciencia los conduce a erigirse en el centro de las vidas ajenas, en el motor principal de quienes les prestan ayuda.
Quienes solo tratan de aprovecharse de las buenas personas son incapaces de corresponder con sus acciones a las grandes contribuciones que han recibido; la mayoría de las veces suelen declararse incompetentes para llevar a cabo alguna tarea que beneficie a sus semejantes, a los seres humanos que han estado siempre a su lado. Su interesada actitud, por otro lado, les impide aceptar la seriedad del trabajo o cualquier otra actividad que deban realizar sus semejantes, por tal razón es frecuente que se dediquen a minimizar, a restarles importancia, a los compromisos ajenos… Cualquier individuo que manifieste en sus accionar estos comportamientos, estará seguramente tratando de aprovecharse de nuestro buen corazón.
¿Qué consejo le darías a alguien que esté pasando por esta situación actualmente?
El mejor consejo, desde nuestro punto de vista, es que evalúe su situación de manera objetiva, sin que intervengan las emotivas actitudes que impiden que nos demos cuenta de que nos están utilizando. Al concientizar que esa persona a la que apreciamos se está aprovechando de nuestra buena voluntad, debemos enseguida apartarla de nuestro lado. No será fácil probablemente desvincularse de tal situación, pero debemos anteponer nuestra integridad y nuestro orgullo para evitar que el malestar se incremente hasta que se convierta en una manifestación insoportable, que puede causarnos severos daños emocionales. Debemos tomar en cuenta que, como individuos independientes, tenemos nuestras propias aspiraciones, unos planes que ameritan cumplirse para sentirnos mejor con nosotros mismos, además de útiles ante la dinámica social; por lo tanto nuestra existencia no puede estar supeditada a las interesadas intenciones de otra persona.
Invito a los amigos:
@m-fdo,
@lirvic y
@venecineaudio
Nota: La imagen que pertenece al autor fue tomada con la cámara del teléfono móvil, modelo: Samsung SM-A135M.