" Wordsmiths Fiction Semana 4: Temporada 24 - El secreto familiar"

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Exclamó Julie: No podía esperar otra cosa diferente, mi padre fue un hombre tan misterioso que yo siempre presentía que algo había escondido en su vida.

Ahora somos tres hermanos. Esto es algo increíble, pero cierto cómo hacemos de verdad que el dinero no me importa, pero sí me gustaría conocer a Jeremy para despejar muchas dudas.

Julie se fue hasta su casa con muchas preguntas en su mente, esperando que en algún momento pueda encontrar las respuestas necesarias para estar más tranquila.

Pasó ese día la noche y ya no conseguía la respuesta de cómo no se había enterado de su tercera hermano en tanto tiempo.

Así que entró a la oficina de su padre para buscar en sus gavetas algún documento o algo que le hiciera dar más fácil con el paradero de Jeremy.

De tanto buscar, encontró un manojo de cartas sujetadas con un cordón azul. Todos los sobres tenían un color amarillento de lo viejo y guardado que habían permanecido, esto le impresionó mucho y no dudó en tomarlos para leer a ver qué misterio había en ellas.

Tomó una carta al azar y empezó a leer. Una de las cosas que más le impresionó fue que la remitente Claudia le recuerda: algún día no estarás y todo saldrá a la luz.

Nada en el mundo se puede ocultar; en algún momento tendrás que decirle la verdad a tu esposa y a tus hijos.

Jeremy no se cansa de preguntar cuándo viene su padre. Ya han pasado casi dos años que te olvidaste de nosotros y mi hijo cada día sigue creciendo.

Termina de leer una carta y toma otra, donde se sigue enterando de la historia y el misterio que tenía su padre guardado acerca de su hermano.

Dentro de tres días es el cumpleaños de tu hijo. Ya serán 20 años y todavía no quieres que tu familia se entere de la existencia de tu hijo. Recuerda que es tu hijo mayor y no puedes sacarlo de tu vida. Aunque consideres un error de tu juventud.

Cada vez que leía una carta, Julie se impresionaba más con el contenido de las mismas. Pero de igual manera le sirvió para descubrir que tenía un hermano que era cierto, lo que su padre había escrito en el testamento de que eran tres.

Con las cartas en manos, revisó el código postal a ver si era el mismo que le había dado el abogado. Con el nombre de su hermano, efectivamente tenía el mismo código postal.

Enseguida tomó la decisión de escribir una carta y enviársela a su hermano a ver si lo localizaba y podían formalizar un encuentro.

Pasaron tres días de angustia y desespero para Julie, pensando en su hermano y cómo sería. Si él sabía también de su existencia, eran muchas las preguntas que pasaban por su mente.

De pronto recibió respuesta de su hermano y no dudó en concretar un encuentro.

La cita era para el día jueves a las 10 de la mañana en un café. Al llegar al lugar, encuentro casualmente que solamente había dos clientes: un joven muy apuesto que se encontraba leyendo un libro y un hombre con un poco de canas en su cabello sentado en una silla de ruedas.

Esto le produjo a Julie un poco de confusión y, cuando se va acercando al joven, Jeremy desde su silla de ruedas. Le dice Julie: aquí estoy, hermana.

Esta se quedó impresionada al ver que su hermano estaba en una silla de ruedas; enseguida lo abrazó y lloraron de alegría.

Era como que se conocían, hacía mucho tiempo. Empezaron a dialogar con mucha emoción. Hasta olvidaron el tema de la herencia, que era lo que supuestamente los unía.

Invito:
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