La amistad improbable

Teena es una analista financiera muy profesional. No le importan sus superiores si cree que tiene algo que demostrar. Se ciñe a las reglas sin importar la presión a la que se enfrente cuando se trata de sus valores. Se mantiene firme frente a las personas que intentan engañar al sistema y aprovecharse de las reglas.

Dev es un jefe de marketing ingenioso pero práctico, extrovertido y que cree en asumir riesgos. Proviene de una familia de clase alta, con una actitud de «no me importa».

La tensión comienza cuando Teena es destinada al departamento de marketing para analizar todos los asuntos financieros, incluidos los gastos de viaje del equipo de marketing.

Al principio, los dos se llevaban bien, pero, como era de esperar, pronto Teena encontró fallos y Dev pensó que Teena era demasiado rígida, pero, por otro lado, Teena pensaba que Dev era demasiado indulgente con sus responsables de marketing favoritos o que pasaba por alto sus gastos de viaje.

Pronto comenzaron a acusarse mutuamente y no pasaba una sola semana sin que algo saliera mal.

Pero las cosas cambiaron cuando Teena se dio cuenta de que el estilo «descuidado» de Dev tenía un propósito. Se sorprendió al descubrir que Dev lo controlaba todo de cerca. Teena cambió de postura y, por primera vez, ambos encontraron valor en los puntos de vista del otro.

...continuación...

Dev dirigía una de las principales campañas de la compañía en búsqueda de clientes potenciales, por tanto era un arduo trabajo que debía dirigir y coordinar con su equipo para lograr el desarrollo de sus productos y garantizar el éxito de las ventas.

Teena parecía un nuevo obstáculo en el camino de Dev por su excesivo control sobre las finanzas y los gastos de viaje hasta lograr exacerbar su indulgente estilo para manejar a su equipo.

El enfrentamiento era inevitable y por cosas del destino ambos decidieron dirigirse a la oficina del otro de manera simultánea para discutir la situación.

_{La discusión F}
En el trayecto se encontraron en el pasillo quedando petrificados por unos segundos, la tensión se reflejaba en sus rostros. De inmediato resonaron la misma frase:

- Sr Dev necesito reunirme con usted …!
- Srta.Teena necesito reunirme con usted …!

Ambos reaccionaron con muecas en sus caras. Dev la invitó a la sala de reuniones, se sentaron y tomaron un café.

- Bueno, Srta.Teena. Soy todo oídos para saber lo que me tiene que decir.

- Sr. Dev, como bien lo sabe en mi último informe hice observaciones sobre los gastos de campaña para su equipo que aún no han sido justificados.

- Quiero que sepa que estoy aquí para hacer mi trabajo y noto con preocupación que usted hace caso omiso. Respeto su estilo de trabajo aunque no lo comparto, pero su actitud está afectando mi desempeño.

- Srta.Teena, debo decirle que estoy al tanto de su trabajo y que ha demostrado su fidelidad y competencia dentro de la compañía.

- Quiero además que sepa que acepté este trabajo por mi gran pasión por las estrategias y el mercado, pudiera estar en casa relajado, viajando por el mundo y vivir sin trabajar gracias a la riqueza de mi familia, pero moriría de aburrimiento con ese estilo de vida tan superficial y no hacer lo que me gusta y me llena.

- Aquí he aprendido a valorar el talento y el trabajo de cada integrante de mi equipo. Siempre he demostrado mi reconocimiento y agradecimiento constante para ellos porque son los pilares de la compañía.

- Disculpe Sr. Dev, agradezco su reconocimiento por mi trabajo y me impresiona la valoración que hace de su equipo. Sin embargo, no responde a mi planteamiento, los gastos excesivos de su equipo no son aceptables, no pueden justificarse en base al consentimiento emocional que usted le profesa.

- Srta.Teena, sé que mi estilo de trabajo no le parece compatible con su formación y valores. Pero por algo estoy al frente, hago todo lo posible para que mi equipo se sienta tranquilo y potencie todo su talento y creatividad. Si eso significa incurrir en gastos extras no dudaré en seguirlo haciendo.

- Bien Sr. Dev, sus argumentos no justifican su desacato a las reglas. No le quito más su tiempo ni quiero perder el mío.

Teena se retiró de la sala con cara de pocos amigos mientras Dev esbozaba una sonrisa diciéndole:

- ¡Haga lo que tenga que hacer!

Para Teena era un mensaje desafiante, algo que a ella le empujaba a seguir adelante hasta sus últimas consecuencias.

Al otro día pidió una reunión con el Presidente de la compañía para tratar lo sucedido con Dev. El Presidente accedió pero exigió la presencia de Dev.

Eran las 2 pm de la tarde, la hora acordada para la reunión. Teena se anunciaba para entrar al salón. Dev había llegado unos minutos antes, algo que a Teena le parecía una emboscada.

_{La reunión F}
El Presidente los saludó estrechando su mano, los invitó a sentarse y tomarse un café. Al mismo tiempo, tomó la palabra diciendo:

-Sra.Teena he recibido sus informes y debo recalcar que su trabajo es excelente, profesional, honesto y lleno de determinación para llegar hasta acá. Sin duda no nos equivocamos para integrarla en esta compañía.

-Sr. Dev, de acuerdo a estos informes usted estaría despedido, aunque eso no le importaría mucho.

Teena y Dev se miraban con desconcierto por lo que el Presidente prosiguió diciendo:

-Dev ha demostrado por muchos años un gran talento innato para la estrategia y el marketing en nuestra compañía con un historial lleno de éxitos.

-Sra. Teena, usted fue contratada siguiendo un plan estratégico de Dev que yo aprobé. Necesitaba a alguien que le cuidara sus espaldas porque nadie es perfecto y él es descuidado con los gastos.

Ante la cara de sorpresa de Teena, el Presidente tomó una decisión:

-Sra. Teena usted ha pasado la prueba al llegar aquí y tener la determinación para cuidar los intereses de la compañía y honrar su trabajo.

De ahora en adelante formará equipo con Dev, uno se concentrará en hacer el mejor marketing mientras el otro cuidará las finanzas, eso ayudará a garantizar el éxito de la compañía.

¡Gracias por su visita!