Steemit Challenge S26-w5: Second chance romance

Cinco años transcurrieron desde aquella noche en que rompió con Jenny. Aceptar la gerencia en la nueva sucursal catapultó su carrera profesional, pero lejos de sentirse satisfecho con su vida aparentemente perfecta, aún cargaba con el peso de aquella decisión. Había sacrificado su relación con la mujer que amaba; un precio tan alto que aún pesaba sobre su vida personal.

Su casa, grande y cómoda, se sentía tan vacía como su propia vida; muchas llegaron, pero nunca tuvo una relación estable. El recuerdo de Jenny siempre fue el centro de sus pensamientos, sobre todo en las noches de soledad. Sin embargo, el destino, a veces bondadoso y otras cruel, había guardado planes caprichosos para él: traer a Jenny una vez más a su vida.

Su designación como gerente de la agencia principal, más que un ascenso merecido, representaba la oportunidad de volver a verla y, con ella, quizás, su gran anhelo: un nuevo comienzo entre ellos; aunque dicen que una cosa es la que piensa el burro y otra muy distinta aquel que lo arrea.

Después de asumir su nuevo cargo, muchos mostraron alegría por su presencia, excepto ella. Para Dennis, verla nuevamente fue como un flechazo directo al corazón; su hermoso cabello negro, sus ojos color miel, su piel clara y su imponente presencia física: un recordatorio de lo que había excluido de su vida.

Suspirar silenciosamente con solo mirarla, se convirtió en una tortura. Los ojos de Jenny ya no brillaban para él, solo lucían llenos de una rabia acumulada con los años. Su perfume, esa deliciosa y seductora fragancia floral, también fue un veneno para sus sentidos.

—Necesito hablar contigo, ¿puedes venir a mi oficina, por favor? —pidió Dennis.

La mirada fulminante de Jenny solo fue un abrebocas para el momento que se avecinaba. Para ella, estaba claro que ese llamado no era por una situación de trabajo.

—Como gustes, tú eres el Jefe. —una respuesta llena de tensión.

La oficina de Dennis, amplia y lujosa, repentinamente se sintió como un lugar pequeño y estrecho.

—Siéntate, por favor. —pidió Dennis señalando un sillón.

—¿Y bien? —preguntó Jenny, después de sentarse.

—¿Quieres algo de tomar? —Dennis, tratando de romper la tensión.

—De usted no quiero nada, señor. —respondió Jenny con frialdad.

—Por favor, ha pasado tanto tiempo. ¿Me odias? —preguntó.

—Basta, ¿Qué es lo que quieres? —respondió Jenny, sus ojos parecían misiles a punto de explotar.

—Solo quiero tu perdón. —exclamó Dennis, su voz un susurro entrecortado.

—Ja, ja, ja… Qué cínico eres. ¿Perdón? Por favor, tienes todo lo que siempre quisiste. ¡Te felicito por el éxito! —respondió Jenny, con ironía.

—No todo… no te tengo a ti. —confesó Dennis.

—¿Recuerdas lo que dijiste esa noche? Jamás lo olvidaré. Dijiste que yo era sacrificable y que una mujer no sería un obstáculo en tu carrera. —expresó Jenny, llena de rabia.

—Lo sé, y te pido perdón. —contestó Dennis.

—¿Piensas que puedes pedir perdón y listo? ¿Borrón y cuenta nueva? No, claro que no. Estás muy equivocado. —dijo Jenny.

—Te amaba… aún lo hago. —confesó Dennis.

Jenny dejó escapar algunas lágrimas después de aquellas palabras; la evidencia de que en su su corazón aún sentía algo por él, aunque no estaba dispuesta a ceder.

—Triste, Dennis. ¡Aquí! —posó su mano sobre su pecho—, ya no hay amor para ti. Mi amistad es lo único que puedo ofrecerte. —contestó Jenny, antes de salir de la oficina.

—Es más de lo que merezco. —susurró Dennis, antes de ver la puerta cerrarse de golpe.

Las semanas transcurrieron y, gradualmente, la hostilidad de Jenny disminuyó. Poco a poco, la amistad entre ellos creció, aunque él seguía anhelando algo más. Paralelamente, Dennis luchó constantemente consigo mismo para mantener su imagen ante todos, principalmente ante Jenny; trataba de ocultar sus sentimientos y mostrar una actitud profesional.

Para la fiesta de fin de año, todos asistieron junto a sus parejas. Dennis se presentó solo, esperaba lo mismo por parte de Jenny. Sin embargo, ella tenía otros planes y se presentó en compañía de un hombre desconocido. Su intención era simple: provocar celos en Dennis, a pesar de que lo sucedido entre ellos parecía una etapa superada.

La tristeza en Dennis fue evidente e incapaz de dar las palabras de bienvenida, eligió aceptar su derrota y abandonar la reunión; su resistencia había colapsado, llegando a su punto más bajo, aunque antes de salir del lugar, fue interceptado por Jenny.

—Espera, no te vayas, solo es un primo con quien esperaba darte celos. —dijo mirándolo a los ojos.

—¿Hasta cuándo piensas torturarme? —preguntó Dennis, sin máscara.

Jenny suspiró y luego estampó un beso en sus labios que él gustosamente correspondió.

Aquella acción se convirtió en la segunda oportunidad que Dennis había estado deseando: el inicio de una nueva etapa de amor entre ambos.

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