RE: “Llenos de odio”. Quid pro quo
Una reflexión muy necesaria y pertinente, @marlyncabrera. Creo que si de genealogía (o arqueología, como dice Foucault) del odio y el resentimiento en nuestro país se trata, quizás haya que remontarse a tiempos de la independencia (o tal vez más allá), y encontraremos cómo se inocularon o sembraron esos sentimientos y actitudes en la población. A veces duermen, pero están latentes, y emergen en determinadas condiciones. Y eso fue lo que pasó (ha pasado) con el chavismo-madurismo (ya estaba en la ideología marxista-leninista-stalinista-maoísta-castrista-guevarista...). Pero también podría brotar en sus opositores más extremistas o viscerales (los que pueden ubicarse en la ultraderecha, por calificarlos de algún modo), que presentan también visos fascistas. Afrontar estas amenazas y peligros es una tarea ardua, pero necesaria, y en ello la educación (formal e informal) es fundamental. Saludos.
Saludos, @josemalavem.
Como siempre, tu comentario es mejor que mi post XD
Sabes, escribí esta breve reflexión motivada por comentarios de amigos y conocidos que dejan mucho que desear. Hablan de la "dulce venganza" contra los chavistas-maduristas una vez que caiga el régimen --¡Amén que caiga!--. Me preocupa la cacería de brujas, entre otras cosas; pero más que nada, me preocupa que no nos enfoquemos en reconstruir y solucionar. Por ejemplo, en el caso nuestro como profesores de la universidad, ¿cómo recuperarnos de los títulos vacíos (que ya los hubo)? Y como cumaneses, ¿cómo librar a Cumaná de la mafia de los pranes y la corrupción de sus cuerpos de seguridad? Y como venezolanos, ¿qué haremos para darle verdadera formación a los jóvenes que dieron la espalda a la educación formal y al “oficio” por el “bachaqueo”? Cuándo ya “bachaquear” no sea un negocio (¡Ojalá!), qué harán para ganarse la vida? Y sé que es una lista larguísima, muy larga como para desperdiciar las energías en odios.