Ante todo, me complace que haya regresado a estos avatares steemianos, apreciado amigo. He extrañado sus buenas publicaciones y pensé que se había marchado definitivamente.

Nos trae, como siempre, un excelente relato, esta vez un poco misterioso, sobre estas personas que viajan en el tren. La verdad es que antes había examinado las obras que nos proponen en Arte y escritura esta semana y reparé en que todos los ambientes son oscuros, propicios para este tipo de historia que usted ha creado.

Éxitos, amigo.