En espera de un nuevo día, un nuevo amanecer, María solo disfruta de un té, sumergida en sus pensamientos pasan las horas frente a la ventana levantando su mirada, observando su llegada.
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‎Su triste presencia llena de melancolía, se nota en cada gesto como buscando ese ser amado entre su espera eterna.
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‎Sigue inmóvil, su frágil presencia sin hacer un gesto de vida, está María con toda su frágil dulzura llena de esperanza y ternura.
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‎Al entrar todos la miran, saben que su soledad tiene fin, al ver llegar a Serafín. Su amor eterno lleno de deseo, de ver a su amante que tarda en aparecer, poniéndola nerviosa en su desven.
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‎Un dolor le oprime su corazón, por la partida de su amor, si no vuelve es su desilusión, por eso la espera sumisa e intensa.
‎La bella dama sigue su deseo de volver la mirada y deslumbrar su amado que vuelve de su viaje eterno.
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‎Todos conocen la triste historia de la dama sola, que bus a consuelo y deseo cerca del té que sorbo a sorbo le acompaña en su retorno.
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‎Un día sin prejuicio vuelve Serafín sumiso, sin pena alguna, se encuentran ya los amantes se entregan.
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‎Con mirada ilusionada María lo observa, tanto tiempo sin el que ya no lo puede ver, el nota su desamor, buscando una reacción, ese abrazo cálido y fugaz que nunca llega a pasar.
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‎No era la presencia que María recordaba, era la soledad que la entusiasmaba, a seguir la espera de su amor eterno, sin confiar que todo iba a cambiar sin amor a su regreso.
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‎Maria sola Serafín ilusionado, felices los cuatros que descaro. Sin imaginar que el amor perdió, por la partida todo se separó.

‎saludos a todos con la amiga @solperez en #venezolanossteem invito a participar a ‎@zulay7059 @sariana23 @charter @yosiven
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