A la casa de don Emeterio, el curioso del barrio, el toero, llegó Idelfonso sosteniéndose un cachete con las dos manos. Entonces el viejo le pregunta:

• ¿Qué te pasa? ¿Qué te trae por aquí, muchacho?

• Bueno, don Tello, deme algo para que se me calme la puntada de muela que me está matando. Siento como si me estuviera muriendo y hasta ganas me da de irme a colgar en la mata de orégano que tengo en el patio.

• Pero, cálmese, hombre. Mire que en esta vida para todo hay remedio, menos para la pelona.

• Sí, pero es que un dolor de este calibre no se lo cala nadie.

• ¿Y desde cuándo te duele?

• Desde antier, pero el asunto es que ayer fui adonde un odontólogo y me dijo que por la extracción cobraba 120 dolaritos, nada más y nada menos. Y cuando le escuché lo del precio, el dolor de muela se me puso peor. Es que en realidad yo no tengo trabajo desde hace mucho tiempo.

• ¿Y cómo haces para sobrevivir?

• Bueno, yo salgo a pescar casi todos los días. Me parezco a un pelícano de solo comer pescado.

• Bueno, Idelfonso, lo que tienes que hacer es venirte en la tarde y te traes una media botella de ron blanco mezclado con whisky y cerveza.

• ¿Y para qué es eso, don Tello?

• Bueno, hijo, esa bebida te servirá como anestesia.

• Bueno, trataré de buscarla como sea, porque primero es la salud.

• También tienes que traerte unos cuatro panitas para que te agarren bien, porque hay veces en que las muelas están por demás de duras.

_{Invitación: @marianri, @almacaridad, @crisvera}