Hola, mi querida! De mis dos chicas, Dana es la Otaku. Con ella he visto varios animés y algunos me han deprimido, mareado, angustiado, escandalizado... y he dejado de verlos. Otros (un gran número de ellos) me han fascinado y he terminado diciendo que todos los niños y jóvenes deberían verlos porque son verdaderas joyas que, obviamente sin intención moralizante, enseñan (o podrían servir para enseñar) valores positivos. Los conceptos de amistad, lealtad, dedicación, trabajo, constancia, entre muchos otros, se manejan de modo magistral en los animés. De tal modo que siempre termino diciendo: por eso los japoneses son lo que son. (Aquí hago un reverencia)
Como dije en la publicación, me encantó Sakura por el espíritu alegre de este animé porque - ahora añado - para estresarme y deprimirme tengo la cruda realidad.
Te envío un abrazo afectuoso.