¡Mi querido y admirado, Carlos, qué belleza de relatos! Entré buscando el de humor pues estaba segura de que sería hilarante (ya te conozco) y no me equivoqué. Muy cómico y con un toque de ternura muy sutil que lo hace especial. Reí con ganas.
El de terror, extraordinario. Mi mayor pesadilla en lo que a fauna se trata está representada en una serpiente. Me paralizo. He tenido amargas experiencias con ellas y cada vez reacciono peor. Creo que un día me matarán de un infarto; no por el veneno que puedan inyectarme.
El de tristeza me pareció desgarrador, brutalmente crudo y lacerante. Me sacó una lágrima. Es la bajeza humana la que más duele cuando se enfila hacia nosotros. ¡Qué maravilloso trío de micros!
Te envío un abrazo cargado de mis buenos deseos y te dejo mi humilde voto. Ojalá pudiera recompensar mejor tu valiosa producción literaria.
Te admiro cada día más.
Mi entrañable amiga, gracias por este comentario que, particularmente, siento que es mejor que mis microcuentos. Dicen que el tratamiento para estar a salvo ante la presencia de las serpientes es mantenerse tranquilo. Sin embargo, esto es tan difícil de hacer que ni siquiera vale la pena sugerirlo, jeje.
Te aprecio mucho y a tus dos muchachas. Cuídense.
Gracias infinitas por ese consejo. No sé si lo pueda aplicar, no sé si vale como consejo, pero como dosis para aumentar la alegría es magnífico porque me has hecho reír. Siempre lo logras.
Nosotras te apreciamos un montón y te recordamos con especial afecto y mucha alegría porque es lo que nos regalas.
Abrazos para ti de este trío cumanés que no canta.
Tus relatos son
Jajaja. Ese trío cumanés no canta, pero son buenas conversando, jeje. No me olvido de tus tortillas de pepitona, jeje.
Eeeeeeepa! Jajajajaja Dana siempre me pide que le prepare esas tortillas.