Es un honor volver a participar simbólicamente en la propuesta de @solperez.

Invito a participar a: @pandora2010, @sariana23, @jesusnunez

Fuente

"Una habitación propia"

En el bar del pueblo, frente a la mirada atenta de los vecinos, Virginia se sentaba cada tarde con su cuaderno abierto y un par de plumas. No solía levantar la vista ni quería saber quién la observaba detenidamente mientras su pluma se deslizaba sin descanso.

Dentro de sí sentía una fuerza irrefrenable que la impulsaba a dejar por escrito lo que sería más adelante un legado para otras luchadoras de su mismo género que como ella querían conquistar sus derechos.

Para ello, insistía en que todas las chicas debían volverse independientes económicamente, era importante conquistar al menos dos aspectos. Algo de dinero y "Una habitación propia"

Este fue el título que Virginia dio a su libro, y no se refería únicamente al aspecto material.

Mientras esto sucedía en Londres, el artista Louis Abel-Truchet, en París oyó hablar de esta mujer que estaba cambiando la actitud de las féminas sometidas y le gustó la idea de participar de algún modo en ese momento histórico. Así imaginó a Victoria Woolf sentada en el Café Le Agile Rabbit y le ofreció su apoyo de la manera que él lo concebía.

Hilando fino, paso a paso. Se logran las victorias. Las palabras mueven al mundo, el arte lo inmortaliza.