Lo que más me impresiona de tu primer caso es el morbo de las personas. Aunque sean familiares quieren llegar lo más rápido posible a decirle, sin ningún escrúpulo, a una persona las terribles noticias que tienen.

En algunos casos es mejor callar, porque los familiares conocen la condición mental del enfermo, pero creo que bajo todo pronóstico es mejor tratar de decir la verdad a la persona afectada. Si consideramos que puede sobrellevar la situación y poner todo su empeño en salir de tal situación limitante, es lo mejor.