Un gusto para mí saludarte! Agradecida con tu lectura, comentario y apoyo. Amén a tus buenos deseos! Estoy totalmente de acuerdo contigo, las despedidas definitivas son las que duelen en el alma. Sin embargo, hay algo que no se nos puede arrebatar, y es el hecho de conservar recuerdos maravillosos con esa persona especial. Es una buena práctica agradecer lo vivido, traer esas escenas para sonreír y por qué no? Llenar nuestros ojos de esas lágrimas en el que una alegría nos invada al instante y nos permita sentir cuan hermosa es la vida misma pese a todas las experiencias que estamos prestos a vivir.

Te envío un abrazo reconfortante lleno de buena vibra y bendiciones infinitas.