Mi querida bella amiga y mi hermana del alma, debo admitir que me encantan los retos. Además será un honor para mí ser parte de esto, y aún cuando no sea una carrera de los 100 metros planos, la adrenalina que comenzaremos a sentir será indiscutible. Entre el conocimiento, la experiencia y la admiración por las letras, no cabe duda que será maravilloso.

Un fuerte y reconfortante abrazo lleno de buena vibra, bendiciones infinitas para ambas y toda la comunidad