Efectivamente, la gente de poder: políticos, religiosos y comerciantes, entre otros, siempre le han temido a las organizaciones; más cuando estas tienen ideas irreverentes y distintas a las de la mayoría. Por ello, "los judíos", a través de la historia fueron perseguidos y tortutados.
No hay dudas que "ser diferente es una irreverancia mayúscula".
Me encantó tu publicación. Me siento honrada de contar contigo en esta dinámica.
Resumtan ser imposiciones contundentes para hacer valer sus convicciones e ideas a costa de lo que sea.