El inevitable paso del tiempo, nos lleva desde nuestra niñez a nuestra vejez. Las cosas que vivimos, las personas que conocimos, todo lo que hacemos y todo lo que dejamos, se funden como parte de nuestra historia... Nuestro legado.

El reloj es algo que nunca se detiene y con el las vueltas que el planeta da alrededor del sol; el avance de nuestro calendario, así como ese tren que no detiene, que no trae más vivencias, a veces buenas otras no tanto, pero siempre son experiencias que quedan y que enseñan y nos hacen más sabios... A veces las cosas que no decimos, esos pensamientos mudos, tienen más peso en nuestras vidas que muchas de las palabras dichas. Nadie puede ver lo que hay detrás de los pensamientos de alguien, solo imaginar y deducir.

Me gustan las metáforas que hay en el escrito. Son buenísimas 👍👏👏