Está comprobado que las palabras tienen el poder de hacer bien, pero también el de subrayar el mal. Todo depende de la intención de quien las pronuncia y la aceptación o fe de quien las recibe. Éxitos, amiga. Saludos.
Está comprobado que las palabras tienen el poder de hacer bien, pero también el de subrayar el mal. Todo depende de la intención de quien las pronuncia y la aceptación o fe de quien las recibe. Éxitos, amiga. Saludos.