Actualmente no me considero adicta, pero si lo fuí por muchos años, y es como les digo pareciera que no pero hay pequeños hábitos que nos dicen otra cosa. Yo siempre fuí de comida salada por ejemplo, pero el café no podía tomarlo sin azúcar, el refresco me gustaba mucho aunque lo consumía poco, pero considero que por comer azúcar todos los días de cierta forma la necesitaba.

Y lo peor es que con el pasar del tiempo uno se da cuenta de que su cuerpo lo resiente, en mi caso siempre estaba agotada y con falta de energía, en algunos momentos sufría de migrañas, y así sucesivamente. Hoy día ya eso no ocurre.

En mi casa hemos eliminado muchos productos que sabemos son nocivos para nuestra salud, dentro de esos está el azúcar. No quiere decir que quizás un día de la semana podamos comernos un dulce o un helado, pero ya no forma parte de nuestras rutinas como antes.

Mi excusa más común era que quería comer algo sabroso y que me lo merecía jajaja, pero como les digo lo mío era más de comida salada, por ejemplo a nosotros nos encanta el arroz chino pero actualmente no es algo que comamos con mismas frecuencia de antes.

Mis estrategias han sido disminuir gradualmente todo lo que sé que me hace daño, no soy de eliminar las cosas de forma radical porque no me funciona. Voy paso a paso y procuro también tener en casa alimentos que si me nutran como por ejemplo un rico yogurt con frutas y algo de fibra. El educarme mucho más en temas de nutrición y trabajar mi ansiedad. 🙂

Así que mi primer paso y el consejo que le daría a alguien que tiene esta adicción es que no intente eliminarla por completo de forma inmediata, no a todos les funciona eso, y quizás pueda recaer. Ir paso a paso, entender el por qué te hace daño, el conocimiento es poder y cuando entiendes lo que le estás haciendo a tu cuerpo te haces más consciente de las posibles consecuencias.