Amiga se me puso el corazón chiquito, despedirnos de quien amamos es doloroso, pero queda con nosotros esos recuerdos que habitan en nuestro corazón y así como nos sacan una lágrima también pueden sacarnos una sonrisa.
La voluntad de Dios no la entendemos solo toca aceptar y agradecer por la oportunidad que esa persona haya llegado a nuestra vida aunque fuese por tan poco tiempo.
Sí, cariño, le doy gracias a Dios por la oportunidad que me brindó de tener a un ángel bueno tan cerca de mí. Gracias por tu cálido comentario.