La Enseñanza más Grande! | Aceptar quien soy realmente gracias a mi madre.

Una de las lecciones mas grandes que me ha dado la vida, me la dio mi madre...

… quien me ha hecho la persona que soy. Ella siempre me enseño a que hay que ser amable, pero no por eso hay que bajar la cabeza ni dejar que por tu amabilidad, los demás busquen aprovecharse de ti. Hay que ser bueno, pero no tonto.

Con mi madre. Mi gran maestra.

Pero creo que una de las lecciones mas importantes que mi amada madre me ha enseñado, es que siempre tienes que ser tu mismo, dar lo mejor que puedas con lo que tengas, en lugar de fingir ser algo que no eres y quejarte todo el tiempo por lo que no tienes. Algunos de sus hijos, mis hermanos, lo aprendimos rápido y otros les toco a la difícil, pero al final todos lo entendimos.

Se los ilustro en la siguiente anécdota.

Hace unos años atrás, mi abuela paterna, hoy fallecida, había sido hospitalizada por una grave dolencia. Me toco acompañar a mi papa al hospital a que la viera, pues en ese entonces el estaba convaleciente, en pleno reposo medico por una operación. En el hospital nos encontramos con casi toda mi familia paterna, desde mis tíos hasta mis primos.

Hago un paréntesis acá para ponerlos en contexto, la familia de mi papa siempre fue de vivir de apariencias. Aunque mi papa y mis tíos pasaron mucha necesidad de niños, de adultos la mayoría busco de aparentar una vida de lujos y opulencia delante de la familia que difícilmente sostenían y así criaron a mis primos. Por eso una parte de mis hermanos, yo encabezando, no nos llevábamos del todo bien con esa parte de la familia.

Gracias a la influencia de uno de mis primos mayores, mi abuela tuvo cuidados especiales y casi siempre que había que hacerle algo fuera del hospital, los médicos nos decían que lo llamaran para que hiciera las coordinaciones del caso.

Con mi madre y mis hermanas.

Mis otros primos ese día, se mantenían en el pasillo hablando sobre sus vidas, cuanto habían gastado en la rumba del fin de semana, la cámara arrechísima y el táctil del nuevo BlackBerry que era el teléfono de moda en aquel entonces, que habían mandado a traer de Miami, porque aquí en Venezuela todavía no se conseguía. Cayéndose a mentiras los unos a los otros.

En ese entonces trabajaba en la unidad de paramédicos de la policía municipal, estaba apartado del grupo. Siempre me mantuve al margen porque no sentía que estaba en sintonía con las cosas que ellos hablaban. Para mi familia paterna fui como una oveja descarriada, porque no fui odontólogo, administrador, ingeniero u oficial de las fuerzas armadas. Para ellos un policía, aunque fuera profesional, era una ocupación de baja calaña, a menos que me necesitaran para salirse de un problema.

El caso es que ese mismo día hubo que llamar a mi primo mayor para movilizar a mi abuela para un procedimiento de emergencia, había que coordinar el traslado y que la recibieran a donde la iban a referir, pero el medico nos dijo que era para ayer. Casualmente una de mis tías que estaba en la habitación de mi abuela salió, le dijo a mi primo del teléfono "arrechísimo" que llamara a nuestro primo mayor. El se quedo viéndola fijo y comenzó a gaguear.

Con mi padre, mis hermanos y mis sobrinos.

El BlackBerry mas "arrecho" de todo el hospital no tenia saldo. Peor aun, los demás BlackBerry medianamente "arrechos" tampoco tenían, ni un bolívar.

De no ser un caso tan importante como la salud de mi abuela, quizás hubiese seguido manteniéndome al margen, pero saque de mi bolsillo mi pequeño Nokia 5200, que era un perolito demasiado bueno, ofreciéndoselos para que llamaran. No me lo querían recibir, las excusas eran de que me iban a gastar el saldo, que me iban a dejar sin plata, en fin, tratando de mantener su ficticio "status quo", a lo que solo les respondí que yo no era quien estaba sin saldo.

Llamaron a mi primo de mi teléfono y luego me lo pidieron prestado dos veces mas para hacer otras llamadas. Yo me hacia el indiferente, pero esa acción simple les había herido el orgullo y se les cayo el disfraz delante de ellos mismos.

Gracias a mi madre siempre he vivido la vida siendo yo mismo, sin fingir nada, expresando lo que pienso y siento. Vives mas tranquilo, pues no tienes el estrés de que te vayan a descubrir siendo alguien diferente a lo que aparentas.

Mi madre siempre fue y ha sido la misma persona toda su vida, una persona sencilla que siempre ha trabajado, sabe quien es ella misma y eso siempre le ha dado presencia a los lugares que va.

Aceptar quien eres en este momento, te abre las puertas a la superación, mejora tu autoestima y aprendes a apreciar el verdadero valor de la autenticidad en las demás personas. Simplemente llega un momento en que las caretas te llegan a aburrir y las alejas de tu vida.

Muy agradecido con nuestro amigo @adriancabrera por esta iniciativa, a la cual invito a participar a @fannyescobar, @anailuj1992 y @mariami. Sera hasta la próxima!