The diary game / Eating hamburgers / Comiendo hamburguesas

Saludos, amigos. En el día de hoy nos fuimos a hacer ciertas diligencias. Éramos mi hija, mi esposa y yo (el autor de estas líneas), pero se nos hizo un poco tarde y mi hija se antojó de comerse una hamburguesa. El restaurante donde fuimos se llama Gela Park, un lugar elegante de mi ciudad (Ciudad Bolívar, Venezuela) que ha sido diseñado especialmente para los niños, puesto que posee una serie de aparatos de juego como columpios, toboganes, caballitos, trampolines, etc. Si usted lo prefiere, puede comer afuera o adentro del local, pero en este caso, por tratarse del mediodía, el sol estaba pegando fuerte y se sentía como si a uno le estuvieran disparando con un lanzallamas, y por eso decidimos quedarnos adentro con la comodidad del aire acondicionado.

En el momento en que nosotros estuvimos había muy pocos clientes en el local, y eso le aporta a uno como una mayor tranquilidad e intimidad, a diferencia de que cuando uno come en un restaurant rodeado de muchas personas y en medio de un bullicio.

Hacía tiempo que yo no visitaba este lugar. Cuando mis hijas eran niñas solía traerlas con mayor frecuencia, pero luego, al hundirse mi país en una crisis económica bestial, mis hábitos cambiaron, al igual que los de la gran mayoría de los venezolanos; en consecuencia, hoy he visitado este agradable restaurant por pura casualidad más que por ser una visita planificada.

Los precios de las comidas no son del nada económicos, pero sí accesibles; por ejemplo, hay promociones cuyos precios alcanzan hasta los 28.5 US$. Claro, se trata de una combinación de platos que podrían alcanzar hasta para 4 personas: hamburguesas, pizza, pollo, papas fritas, salsa y refrescos. Eso sí, la comida que hace esta gente es deliciosa y de primera calidad. Vale la pena invertir en uno de estos placeres, aunque sea una vez al año.

Muchas gracias por la visita.

_{Invitación: @chant, @eliany, @ninapenda, @dasudi, @dilianny20
Fotos tomadas con un dispositivo Infinix Hot 11}