Nawuará un verdadero privilegio. Comer lo que el mar ofrece.
Verdaderamente la industrialización y el mercantilismo nos ha alejado de esas costumbres sanas.
Me fascina el pescado como venga, menos el de lata. Ese le tengo respeto. Quizás porque siempre terminaba en el hospital, intoxicada.
A mí abuela le gustaba mucho el tajali. Ella no se la llevaba con las espinas. Jejejeje
Un gusto leerte su experiencia amigo.
Éxitos
Sí, era un verdadero privilegio. Recuerdo que nadie en el pueblo comía un pescado que hubiese pasado más de tres días en el congelador. Decían que no les sabía ya a nada. El único que me gusta en lata, por cierto, es el atún, y no suelo comerlo muy a menudo... Gracias por sus excelentes comentarios, amiga. Saludos.