Hola amiga, es un gusto saludarte.

Tienes mucha razón amiga, el ser prudente es una decisión personal, debemos comportarnos con sensatez y cordura ante la vida.

Gracias a Dios pudiste salir con victoria del proceso que estabas atravesando, el mismo te ayudó mucho a practicar la prudencia.

A veces nos cuesta sujetar nuestra lengua y hablamos de más, eso nos pasa a muchos, pero, como usted bien dice, luego entramos en reflexión y comprendemos que hay momentos para hablar y momentos para guardar silencio.

La prudencia se va desarrollando cada día más, solo es cuestión de voluntad propia.

Gracias por unirse a la dinámica, le deseo muchísimo éxito amiga.

Saludos cordiales.