La ira se apoderó de Abraham al verse en la posibilidad de pasar otra navidad fuera de su hogar, y ya habían sido muchas.

Un gesto imprevisto de parte del gerente le permitió reflexionar sobre su conducta y al abrir su corazón, la bondad de aquel hombre le permitió poder regresar a tiempo para la noche buena, abrazar a su familia y reencontrase con la felicidad.

Gracias por publicar en nuestra comunidad, le deseo un hermoso y productivo día.

Saludos.