No sabría explicar bien cómo fue que llegué a Bogotá. De verdad. Solo sé que abrí los ojos, vi la neblina pegada en los cerros y sentí el frío terrible de esta ciudad que se me metía en los huesos. En el bolsillo tenía un papel arrugado, con lo que parecía ser un cartón de bingo: 9, 13, 22, 27, 31, 34, 38, 41, 44, 47, 52, 55, 59, 61, 63, 66, 68, 70, 72, 73, 2, 17, 24, 50. Eso y nada más, estaba confundido, lo admito, aún así, conservé el papel.

Salí a la calle, no sabía donde estaba, las calles estaban solas, pero cuando empecé a caminar, al rato, empezó a aparecer gente, que nunca había visto. Entre señas, miradas raras y más frío, alguien me dijo “La Candelaria, sí, centro”, mientras apuntaba al número 31 en mi cartón. Supuse que era una pista. Caminé por media hora, y me detuve frente a una pared grafiteada donde alguien había dibujado el número 41 en la frente de una mujer que estaba haciendo un gesto con los dedos. Raro, pero sé que hay muchos grafitis en esta ciudad, sólo me dejé guiar.

Seguí caminando. Vi una iglesia con el número 55 tallado en la puerta, y una viejita que me dijo algo que no entendí, pero me señaló hacia abajo, como indicándome que siguiera por unas escaleras que bajaban. Allí encontré un local viejo, con un cartel medio roto que decía “Bingo 24”. Miré el cartón: el número 24 estaba allí. Entré.

Adentro no había nadie, solo un tipo con gorra roja que me miró raro, como si ya me esperara. Me hizo una seña con la mano, y me mostró una caja con un candado que decía 66. Me dio una llave con el número 13 grabado. Supuse que eso abría la caja, y sí, dentro había otra hoja con tres números más: 70, 73 y 9.

Tomé la hoja, salí, y al poco rato escuché una mujer gritando desde una ventana: “¡Número 70, por favor suba!”. No tenía idea de qué estaba pasando, pero subí. Era un apartamento con paredes llenas de números, muchos coincidían con los del cartón. Me dieron un sobre sellado, con un mensaje: “Si estás leyendo esto, cumpliste la primera parte. Mañana, número 2, calle 17, a las 13:00 horas. Tu premio te espera.”

Yo no sé qué clase de experimento es este, pero si todo esto empezó con un cartón de bingo, algo me dice que los números seguirán apareciendo. A ver qué más me espera en esta ciudad.

---

---

_{Nota: Imágenes son de mi autoría, captadas con mi teléfono Redmi Note 13, editadas en Power Point.}

_{Twitter | Instagram | Discord | Youtube | Telegram: @josevas217}

_{Posted using SteemX}