Son los momentos que a veces pasamos por alto, como si se tratara de algo seguro es decir; dar por sentado de que ¡Sucederá! Lamentablemente en muchos casos no es así.

Es por ello que desde lo más básico, como el hecho de que cada bocado que nos llevamos a la boca, debe ser considerado como un privilegio, como un milagro, como una pizca de alegría o una gota de felicidad.

Y es que al valorar lo que parece insignificante, comienza a llenar nuestro corazón de sensaciones agradables, nos invita a sí mismo a ver el lado bonito de la vida, y que pese a las tormentas, aquellas que en ocasiones nos dejan lecciones tras las experiencias, al final todo lo que sucede será para bien.

Queda de nuestra parte decidir entre apreciar lo que se tiene hoy por hoy o en caso contrario, vivir en un constante rechazo, y esto último generalmente trae consecuencias.

Muchas gracias por la invitación, excelente tu participación, me dio gusto leerte ¡Saludos, éxitos y bendiciones! ¡Un abrazo grande para ti!