Mi día comienza con la oración de la mañana, donde puedo dar gracias a Dios por un nuevo día y porque, hoy, mi esposa tiene una cita médica con el Retinólogo, y le he pedido a mi Dios que tome el control de esta situación en los ojos de mi esposa, ya que ella ha tenido muchos problemas en la retina de ambos ojos y merece un tratamiento con láser e inyecciones directamente en la retina que es algo delicado.

Después de la oración, me alisté y preparé junto con mi esposa y partimos a recoger a mi hija mayor, quien nos acompañaría a la ciudad de Anaco, donde se encuentra la clínica donde mi esposa recibirá las inyecciones directamente en la retina. Hoy tocaba las inyecciones en la retina del ojo izquierdo.

Salimos por autopista hasta llegar a la ciudad de Anaco.

Cuando llegamos a la clínica cogimos el primer número, lo que garantizaba que mi esposa sería atendida en primera clase y que saldríamos un poco antes, sin embargo, el médico llegó a las 9:30 de la mañana, lo que fue un poco tarde.

A mi mujer le pusieron unas gotas en el ojo izquierdo antes de ponerle la inyección.

Luego llamaron a mi esposa y la llevaron a la sala de operaciones donde se encontraba el equipo tecnológico que utilizarían para la inyección en el ojo izquierdo.

El proceso duró aproximadamente media hora y después sacaron a mi esposa y la sentaron en el pasillo cuando ya estaba algo recuperada.

Este tipo de tratamiento de inyección deja molestias en los ojos y genera una bola redonda en el ojo, que el médico dijo que duraría 48 horas hasta que la bola desapareciera.

De todos modos, salimos de la clínica y debemos volver el miércoles para aplicar la inyección en el ojo derecho, ya que no es posible aplicar la inyección en ambos ojos al mismo tiempo. Se recomienda hacerlo cada dos días.

Llegamos a nuestra casa y mi esposa decidió acostarse un buen rato, ya que llegamos a las 2 pm y mi esposa estaba agotada y con la molestia de la inyección en su ojo izquierdo.

Por la tarde, me duché y cambié y me fui a la iglesia, ya que el servicio de hoy es pura oración, lo que me permitió cerrar el día agradeciendo a Dios por todo lo que me había permitido hacer durante el día y por mi esposa, ya que pronto se recuperará de los problemas de retina.