Mi día comienza con mi oración devocional, donde agradezco a Dios por un nuevo día y aprovecho para hacer mis peticiones personales por mi familia, amigos y mi país, Venezuela.

Durante mi oración matutina, aprovecho para encomendar a Dios la condición de la vista de mi esposa. Hace un mes que comenzó el tratamiento de retina en ambos ojos. Este consiste en aplicar láser para evitar que los vasos sanguíneos de la retina se rompan más, y el tratamiento de inyección de retina es para restaurar los vasos sanguíneos en esa zona.

Después de la oración, mi esposa, mi hijo menor y yo nos preparamos y fuimos a la ciudad de Anaco, donde se encuentra la clínica donde mi esposa recibe el tratamiento. Hoy es su penúltima sesión de láser, y la próxima semana completará el tratamiento, lo que le dejará con un tratamiento de inyección de retina de tres meses.

El costo del tratamiento de inyección es de $500 al mes, lo que significa que necesitamos recaudar un total de $1,500. Confiamos en que Dios nos ayudará a recaudar este dinero para que podamos completar el tratamiento de retina de mi esposa y recuperar la visión en ambos ojos.

Llegamos a la ciudad de Anaco y nos dirigimos a la clínica.

Al llegar a la clínica, nos dieron el número 3, y el especialista en retina llegó a las 9:10 a. m. Llamaron a mi esposa y le pusieron unas gotas en los ojos antes de aplicar el tratamiento láser.

A las 10:45 a. m., le tocó el turno a mi esposa en la consulta, donde le aplicaron el tratamiento láser en la retina de ambos ojos, que duró aproximadamente 45 minutos.

Mi esposa salió de la consulta y esperamos un rato a que se recuperara. Esta vez, no sintió muchas molestias, lo cual fue muy reconfortante, y esperamos empezar a notar mejoras con el tratamiento dentro de un mes.

Regresamos a casa y mi esposa llegó descansando. A las 5:20 p. m., me duché y me cambié, ya que el servicio en la iglesia comienza a las 6 p. m.

Ya era hora y fui a la iglesia. Llegaron los hermanos y, 10 minutos después, se fue la luz. Nos sentamos al frente de la iglesia, donde comenzamos el servicio hasta que volvió la luz.

El servicio terminó a las 7:30 p. m. y regresamos a casa a descansar y luego cenamos y después a dormir.