Mi día comienza con mi bienestar espiritual, donde puedo hacer primero mi devocional de oración de una hora y luego mi devocional de lectura bíblica de 45 minutos.

Al terminar mi devocional, mi esposa me prepara el desayuno y un café delicioso, que estaba riquísimo. Luego me preparo para ir de compras, porque hoy mi esposa quiere hacer unos tostones con ensalada y sardinas fritas, que es un plato riquísimo.

Fui de compras, ya que mi esposa va a preparar este plato para el almuerzo.

Compré todo, y al mediodía, mi esposa y mi hija menor se pusieron manos a la obra preparando primero los tostones.

Mi hija menor se puso a preparar la ensalada de repollo, zanahoria y mayonesa, que tenía un toque de calidad.

La ensalada es una guarnición estupenda que, junto con los tostones, le da a las sardinas un sabor delicioso y es un acompañamiento excelente con un sabor sustancioso.

Mientras mi hija preparaba la ensalada, mi esposa preparó las sardinas fritas para que pudiéramos armar el plato del almuerzo, que, con el limón, le da un toque de alta calidad.

Todo estaba listo y el plato se veía delicioso.

Todo estaba listo para el almuerzo, excepto que mi esposa y mi hija estaban un poco cansadas y decidieron almorzar más tarde. El plato se veía delicioso, y me lo sirvieron para que lo disfrutara mientras ellas se iban a su habitación con aire acondicionado, dejando el almuerzo para una hora más tarde.

Por la tarde, se fue la luz, así que tuve que esperar un buen rato antes de volver a trabajar en la computadora, publicando, comentando y votando.

Por la noche, pude cenar y esperar a acostarme mientras revisaba las noticias en mi teléfono.